Rusia desafía a EE UU con su segunda prueba nuclear en menos de una semana
El inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, critica que Moscú se dedique a testar nuevas armas en lugar de sentarse a negociar el fin de la guerra en Ucrania
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha anunciado este miércoles con orgullo que la prueba del dron nuclear submarino Poseidón ha sido un éxito. Se ... trata, en su opinión, de un «sistema prometedor» y representa un avance en las capacidades militares del país en el océano. Además, ha destacado, «no hay forma de interceptar» el aparato, que podría viajar a una velocidad superior a la de los submarinos convencionales y alcanzar cualquier continente. El jefe del Kremlin ha realizado estas declaraciones ante televisiones nacionales durante su visita a un hospital militar que atiende a soldados rusos heridos en Ucrania.
El dispositivo se probó por primera vez en 2018 y, según publica la agencia TASS, puede sumergirse hasta un kilómetro de profundidad y lograr una velocidad de 70 nudos (casi 130 kilómetros por hora) sin ser detectado. El anuncio de la prueba de este dron se ha producido sólo tres días después de que se informara de que el misil Burevestnik había sido testado asimismo con éxito. El presidente ruso se refirió a este proyectil como «un arma única que ningún otro país posee» y aseguró que tiene un «rango ilimitado» gracias a su motor nuclear. Además, Putin pidió a las fuerzas armadas que preparen la infraestructura para que esté listo para su uso.
El presidente estadounidense, Donald Trump, criticó al jefe del Kremlin tras conocerse que este proyectil había pasado el examen: «Debería poner fin a la guerra (en Ucrania). Una guerra que debería haber durado una semana ya lleva casi cuatro años. Eso es lo que debería hacer en lugar de probar misiles». El líder republicano no esconde su malestar con Putin porque creía que sería capaz de negociar rápidamente -en 24 horas, en concreto- la paz entre Moscú y Kiev, un asunto que se le ha enquistado. De momento, la reunión que iban a tener ambos mandatarios en Budapest, y que se preveía que se celebraría este mes, carece de fecha.
Rebaja de las expectativas
Aunque la cumbre entre Trump y Putin que acogió Alaska a mediados de agosto puso las expectativas sobre el fin de la guerra muy altas y evidenció la buena sintonía entre los dos presidentes, el entusiasmo inicial se ha ido apagando progresivamente. Washington culpa de ello a Moscú por su «intransigencia», según publicaron medios de este país, y la pasada semana impuso sanciones contra las dos mayores petroleras rusas, quejándose de que el diálogo con el Kremlin «no llega a ninguna parte».
«Debería (Putin) poner fin a la guerra. Una guerra que debería haber durado una semana ya lleva casi cuatro años. Eso es lo que debería hacer en lugar de probar misiles»
Donald Trump
Presidente de EE UU
Moscú ha reiterado que no piensa aceptar ningún alto el fuego temporal durante las negociaciones y ha subrayado que su objetivo va más allá de las provincias ucranianas que considera suyas. Así lo expresó Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, quien planteó que si se paran los combates, «una gran parte de Ucrania permanecería bajo el dominio del régimen nazi». El Kremlin, incluso antes de la guerra, tacha a la exrepública soviética de neonazi y una de las razones que arguyó Putin el 24 de febrero de 2022 para empezar la invasión fue la «desnazificación» del país.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión