Rusia denuncia la muerte de civiles en Crimea con misiles estadounidenses
Al menos cinco personas fallecieron y 120 sufrieron heridas, entre ellas una treintena de niños, al explotar una bomba de racimo sobre Sebastopol
Estados Unidos espera la reacción de Rusia y Ucrania la de Washington después de que un bombardeo sobre la península de Crimea matara al menos ... a cinco civiles y dejará 120 heridos en Sebastopol. Kiev utilizó en este ataque misiles ATACMS de origen estadounidense y de largo alcance. El presidente Joe Biden autorizó recientemente su empleo en suelo ruso, pero limitado al territorio cercano a la frontera y circunscrito a bases, sistemas de artillería y unidades militares del Kremlin que castigan a diario a los ucranianos.
Kiev lanzó cinco misiles, de los cuales cuatro fueron interceptados por la defensa antiaérea. El quinto explotó en el aire después de desviarse de su trayectoria tras rozar con un cohete interceptor. Se trataba, según el Gobierno ruso, de un proyectil de racimo, La fragmentación de la ojiva provocó una lluvia de restos y pequeños explosivos sobre la ciudad de Sebastopol. Dos de las áreas peor paradas fueron un parque infantil y la playa de Uchkiivka, lo que explica que tres de los muertos y 27 heridos fueran niños.
El Gobierno de Volodímir Zelenski, sin atribuirse la autoría del ataque, sí especificó que se realizó con misiles estadounidenses, según recogen los medios. También señaló que, antes de estos hechos, hubo un bombardeo ruso sobre Járkov. en el que tres personas murieron y 56 resultaron heridas. Esta región sufre un auténtico martirio desde que los invasores tratan de ocupar su capital y los misiles caen casi a diario sobre sus calles.
El Kremlin presupone que los ATACMS se dirigían contra la Flota del Mar Negro amarrada en Sebastopol. Su ira se hizo evidente de inmediato. Acusó a Washington de la «responsabilidad» del ataque y de la muerte de civiles por haber «suministrado estas armas a Ucrania». Anunció que presentará una denuncia ante los organismos internacionales y añadió que los «hechos no quedarán sin respuesta».
Rodion Miroshnik, delegado especial de Asuntos Exteriores, explicó que la postura de Moscú es que, cuando Biden permitió a Zelenski utilizar su armamento de forma restrictiva, «Ucrania ya había recibido de Estados Unidos una especie de carta blanca para disparar misiles estadounidenses a cualquier lugar». Miroshnik destacó que «aquí no hay accidentes, Los misiles han llegado a una playa. Claramente, iban dirigidos a lugares visitados por civiles».
Los aeródromos
El conflicto se produce justo cuando Kiev calibra el nuevo escenario en el que países como EE UU, Francia y el Reino Unido le han permitido emplear armas occidentales en territorio ruso, un tabú hasta hace unos semanas por si el Kremlin lo entiende como una agresión directa de la OTAN o sus aliados. Según los militares, esta nueva estrategia ha detenido los ataques de artillería de medio y corto alcance desde territorio ruso sobre Járkov y su región.
Sin embargo, Kiev afirma que las restricciones occidentales le impiden golpear las bases aéreas de donde despegan los aviones rusos cargados de bombas planeadoras que luego caen sobre Ucrania. Los servicios de Inteligencia han confirmado que el Kremlin ha trasladado estos aeródromos hacia el interior de Rusia para ponerlos a salvo de los proyectiles occidentales.
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