Las bellas 'arrugas' de Adolfo Domínguez ganan el Premio Nacional de Moda 2019

Domínguez, que estudió Filosofía y Letras en Santiago de Compostela y vivió en París y Londres, creó en Orense, en 1973, una empresa pionera dentro del sector textil a partir de la sastrería que regentaba su padre desde la década de los cincuenta. En los años 80 lanza el eslogan 'La arruga es bella', que se transforma en seña de identidad de su firma y en uno de los lemas más con mayor difusión internacional de la moda española. Su éxito le llevó a vestir a los protagonistas de la popular serie 'Corrupción en Miami'. La apertura de tiendas propias en Madrid, Londres, París, Oporto y Tokio impulsan la consolidación de la empresa.

Su conocimiento de la geometría se refleja en colecciones llenas de rigor y en soluciones marcadas por 'frescura y sencillez con poesía'. Se trata de prendas clásicas y sin estridencias, que llevan la firma de un minimalista rico que viste a una mujer más sensible a la belleza que al estatus. En los años 90 internacionaliza y diversifica su negocio, convirtiéndose en el primer diseñador español en comercializar perfumes con su nombre y en la primera marca de moda española con presencia en el mundo bursátil. También fue el primero, en 2005, en dar la opción a las azafatas y trabajadoras de tierra de Iberia de llevar pantalones -sí, hasta entonces solo podían llevar falda- como diseñador de los uniformes de la compañía aérea, que conjugaban elegancia y funcionalidad.

En 2009, tras una ausencia de diez años, vuelve a desfilar en la Pasarela Cibeles y alcanza la cifra de 600 tiendas en 27 países. Muy comprometido con el medioambiente desde que residió en su juventud en Londres, en 2010 firma su compromiso de Política del Bienestar Animal. Gracias a su labor, ha recibido galardones tan relevantes como la Aguja de Oro en 1997 o el 'Lifetime Achievement in Fashion' de la Semana de la Moda de Miami en 2006.