El PSOE recupera feudos clásicos de Logroño y el PP gana en 3 de cada 4 colegios

El análisis de los resultados ofrece interesantes matices al acercarse al detalle, a qué votó cada una de las 110 secciones censales en las que se divide la ciudad, correspondientes a las mesas electorales. Pero antes, el mapa general muestra una imagen opuesta a la que ofreció en 2019, en la repetición electoral de noviembre que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa. En aquel año Logroño mudó al rojo, encumbrando al PSOE como fuerza más votada en 28 colegios electorales. Eran tiempos, además, en los que el bipartidismo dejaba algo más de terreno a otras formaciones. Ciudadanos y Podemos llegaron incluso a ser los ganadores en algunas mesas de la ciudad en elecciones recientes. Ahora, la única duda es saber quién de los dos mayoritarios se impone, y ese ha vuelto a ser el Partido Popular.

Además de colegios de apoyo tradicional y mayoritario, como San Antón –donde alcanzó su máximo con el 64,3% de los sufragios–, el Polideportivo Las Gaunas, Agustinas, Sagasta o la Biblioteca Almudena Grandes, el azul del PP se ha extendido a otros muchos centros electorales más disputados y socialistas en 2019: Doctores Castroviejo, Las Gaunas, General Espartero, Tomás Mingot, Rey Pastor... La misma tendencia, aunque algo más contenida, que siguieron los resultados de las autonómicas del pasado 28 de mayo, donde la expansión azul fue mayor si cabe.

Por su parte, los vientos de la izquierda han cambiado mucho en la capital riojana desde aquel exitoso 2019, en el que el PSOE se convertía en el partido más votado en unas generales por primera vez en tres décadas. La vuelta a la normalidad socialista llegó el domingo, con ciertas notas de optimismo después de la debacle de las autonómicas y municipales. En ellas, el PSOE solamente pudo ganar en tres colegios –Caballero de la Rosa, Vicente Ochoa y Comercio–, a los que en el 23 J sumó Obispo Blanco Nájera, San Pío X, Vélez de Guevara, Casa de las Ciencias, Batalla de Clavijo, Madre de Dios y Milenario de la Lengua.

Mesa a mesa, se observa cómo los socialistas ganan de nuevo en los barrios de Valdegastea, El Cubo y La Estrella, así como en el Casco Antiguo, Madre de Dios, San José y el entorno del parque Chile. El PP sigue fuerte en la zona centro –Gran Vía, Cien Tiendas, Solidaridad...–, todo un clásico, mientras que se hace con otros barrios en disputa como La Cava-Fardachón, El Arco y Cascajos.

Más hay que distanciarse para atender a Vox y Sumar, que en anteriores generales, al igual que ocurría con el desaparecido Ciudadanos, recibieron mayores apoyos, comparándose los resultados de la formación de Yolanda Díaz con los de Unidas Podemos. La llamada al voto útil y el refuerzo del bipartidismo les ha perjudicado, y es que en todos los colegios de Logroño, PP y PSOE se han repartido las dos primeras posiciones de forma clara. Además, Sumar solamente ha sido la tercera fuerza en 6 colegios, mientras que en el resto Vox se ha impuesto en esa particular pugna.

Entre las lecturas que pueden realizarse de mapa político resultante de las elecciones del domingo, una es la influencia en el voto de las condiciones socioeconómicas de los barrios y sus vecinos. En ellas se cimientan los bastiones tanto del PP como el PSOE a lo largo de la historia electoral logroñesa. Los entornos de mayor renta volvieron a votar de forma mayoritaria a la derecha. En Avenida de Madrid, la sección censal más adinerada de la ciudad y una de las de menor población migrante, PP y Vox sumaron el 80,1% de los sufragios, mientras que en otras que le siguen en la clasificación de más renta por habitante también se volcaron con la derecha, como es habitual: San Antón (72%), Gran Vía (82%), La Guindalera (68%)...

En el lado opuesto, aquellas zonas más humildes de Logroño y con mayor proporción de extranjeros, siguieron dando su apoyo a la izquierda, si bien nunca alcanzan las cuotas de que logran las derechas en las áreas privilegiadas, que se movilizan más en torno al voto de clase. En el entorno de la biblioteca Rafael Azcona, el de menor renta por persona de la ciudad, PSOE y Sumar lograron un 59%, un porcentaje similar al del Casco Antiguo (57%) y algo inferior al del barrio obrero de San José (62,1%).

Otro factor diferencial en los análisis socioeconómicos de las jornadas electorales en Logroño es el abstencionismo según el nivel de renta. En las calles del Casco Antiguo más próximas al Ebro, solamente el 53,7% de sus vecinos votaron, mientras que en Madre de Dios superaron por poco el 60%, frente al 74,7% del global de la ciudad. La desafección y la percepción de lejanía de los mensajes políticos fomenta en estas zonas una mayor abstención, efecto de la desigualdad y la pobreza y, por tanto, una cuestión de clase. Las manzanas de mayor renta de la ciudad superaron en todos los casos el 80% de participación.