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Eslabones en la cadena

Los líderes ante la crisis ·

La sociedad no puede arriesgar una sola vida más sin materiales de protección personal y sin las garantías suficientes de limpieza y desinfección

Antonio Huertas

Presidente de Mapfre

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Martes, 31 de marzo 2020

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Estamos en un momento crítico del desarrollo de la enfermedad tras dos semanas de confinamiento masivo. Unos cientos de miles de trabajadores y pequeños empresarios continúan desempeñando sus funciones, entre ellas los servicios de seguros, para que los demás podamos continuar nuestra vida con cierta normalidad. Sabemos que en pocas semanas tenemos que reconstruir la actividad de manera masiva, pasando de un motor casi parado a otro al máximo de revoluciones para recuperar el tiempo perdido. Siempre será mejor hacerlo desde una posición menos brusca, en la que los trabajadores estén listos, en la que la retaguardia de muchas empresas haya continuado operando y atendiendo sus compromisos primordiales y en la que el capital empresarial no se haya destruido.

La seguridad de las personas prevalece, en cualquier caso. La sociedad no puede arriesgar una sola vida más sin materiales de protección personal y sin las garantías suficientes de limpieza y desinfección. Una gran parte de la actividad económica de nuestro país se ha preparado en los últimos años para la gran revolución digital. Inversiones ingentes en tecnología han permitido que muchas empresas, entre ellas MAPFRE, puedan gestionar bien el trabajo que sus profesionales desarrollan ahora desde sus hogares. Pero si la oferta está lista sin embargo puede no estarlo la demanda. Precisamos que la cadena de pagos no se rompa. Necesitamos que los trabajadores de todos los sectores continúen ingresando su salario, que no se rompa su vínculo contractual, para que puedan continuar haciendo frente a sus pagos y así todos actúen como eslabones en la cadena social que tan bien ha funcionado hasta ahora.

Las grandes empresas estamos listas. El sector financiero presenta muchas dificultades, pero con mecanismos de ayuda aguantará y ayudará a la recuperación. Precisamos, eso sí, que el 90% del tejido laboral español, autónomos y pymes, no paren, que continúen, como dice el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, «al ralentí». Necesitamos a todos listos para arrimar el hombro y para eso les tenemos que ayudar todavía más, con ayudas fiscales y transferencias directas. MAPFRE necesita que sus talleres, sus reparadores, sus grueros, estén todos preparados. Y, para ello, tienen que seguir siendo solventes, estar al día en sus obligaciones fiscales y que puedan seguir pagando a sus colaboradores. Si no fuera así, ni nosotros mismos podríamos operar al 100% cuando esta tragedia acabe.

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