Una fórmula en renovación

El saber más erudito en cuestión de licores, cremas y destilados tiene un legado monacal de siglos empleando las fórmulas más apreciadas y maduradas. En Albelda de Iregua, tierra del antiguo monasterio de San Martín y del 'Codex Albeldensis', Licorera Albeldense presume de esa tradición local y de la propia familiar, asociada a su fundador, Carmelo Rodríguez Galilea, cuya vocación eclesiástica le acercó a estas preparaciones aprendidas de documentos monacales. Más de medio siglo ha pasado desde entonces, evolucionando con una filosofía tradicional pero una vocación moderna para adaptarse a unos consumidores cada vez más expertos y exigentes.

La empresa, fundada en el año 1963, alcanza actualmente su tercera generación y «mantiene con orgullo los valores de su fundador: la mentalidad emprendedora, la valentía, el esfuerzo, la perseverancia y el espíritu familiar», expone Azucena Rodríguez. Pilares que sostienen a Licorera Albeldense y que le permiten buscar nuevos horizontes, encontrados primero en la expansión internacional, en la ampliación constante de su catálogo y en la renovación de su imagen.

La variedad es uno de sus puntos fuertes. Son clásicos su pacharán La Camerana, siguiendo la misma receta originaria de su fundador, y su gama de vermut, una de las bebidas de moda de los últimos años. Tal y como ha ocurrido entre los consumidores, el vermut se ha renovado por fuera y por dentro bajo su marca 'San Bernabé', destacando su 'Gran Reserva Especial', elaborado con vino tinto de Rioja y una mezcla de 49 botánicos que en los últimos años ha acumulado numerosos premios y reconocimientos.

Dentro de su línea más moderna destaca la ginebra 'M5', que define Azucena Rodríguez como «muy fina, elegante y compleja tanto por su color, aroma y sabor», así como la gama de licores 'Yara', con numerosas opciones desde las frutas a las cremas como a los sin alcohol. En próximas fechas sacarán al mercado su ron 'Guanacahi', que «une el espíritu caribeño con el alma riojana», comenta Rodríguez.

«Para nosotros diversificar es sinónimo de expansión, crecimiento, inversión y apertura. Estamos en constante búsqueda de una oportunidad negocio que nos complemente», explica Azucena Rodríguez en relación a las nuevas necesidades de un consumidor que «es cada vez más exigente, esta más informado y no solo valora la calidad, sino también la experiencia asociada a una marca o producto».

Entre estas nuevas preocupaciones, Azucena Rodríguez también destaca la utilización de productos 'kilómetro 0'. «El futuro lo vemos centrados en la elaboración de bebidas de alta calidad producidas con ingredientes, materias primas o poniendo en valor procesos locales», concluye. Una filosofía que marca el mañana de una empresa que quiere seguir marcando su historia.