Retos de altura para soluciones innovadoras
Trienta alumnos de Campus Iberus dan respuesta a retos planteados por Garnica, Food+i, CTIC-CITA y la FRI
Sergio Martínez
Lunes, 5 de junio 2017, 10:36
Un total de 120 estudiantes y licenciados decidieron inscribirse en este programa. Estudiantes y egresados de las universidades de Zaragoza, Lleida, Pública de Navarra y La Rioja, esas que conforman el Campus Iberus. 42 fueron seleccionados para participar, y 30 dieron respuesta a los retos planteados por diversas empresas e instituciones que vieron en el Programa Demola la oportunidad de contactar directamente con el talento universitario para reconocer la posibilidad de nuevos proyectos que pudieran ser integrados a modo de start-up en sus respectivos sectores.
En el caso de La Rioja han participado en esta edición una empresa y tres entidades que plantearon retos en el diseño de mobiliario doméstico con contrachapado (Garnica); el uso de proteínas del futuro (CTIC-CITA); desarrollo de nuevos negocios tecnológicos en el sector agroalimentario (Cluster Food+i); y la integración de personas con discapacidad intelectual (FRI). Cuatro retos para cuatro grupos formados por estudiantes o licenciados en diversas materias que durante seis meses trabajaron en común para dar respuesta creativa y viable a estos cuatro reto.
Demola es un programa innovador de cooperación universidad-empresa basado en la resolución de retos planteados por empresas e instituciones con el fin de que sean resueltos por equipos de estudiantes universitarios. Se trata de resolver la compleja relación existente a lo largo de la historia entre la universidad y su conocimiento básico, y la empresa y su necesidad de soluciones inmediatas.
Nacido en Finlandia y reconocido por la OCDE y por la Comisión Europea, actualmente abarca una red internacional de 16 nodos que ha facilitado que más de 1.500 estudiantes y 100 empresas hayan participado en aproximadamente 250 proyectos, de los cuales más de un 90% han tenido explotación comercial.
«Hemos estado trabajando durante seis meses, y sin duda, más allá de la resolución del problema, es la posibilidad de colaborar con alumnos de otras universidad con perfiles diferentes que se unen para resolver un reto», apunta Paula López, diseñadora industrial por parte de la UNIZAR.
«Es una oportunidad de conocer qué problemas existen en las empresas, saber cómo hay que trabajar con ellas para lograr una oportunidad», indica Javier Pérez, ingeniero agrónomo por la UPNA. «Y ahora nos toca esperar porque este proyecto está en una fase de valoración para ver si realmente tiene posibilidades de que tenga desarrollo y se puede abrir una línea de investigación y de negocio», apunta Valentina Lodosa, bióloga en la UPNA.