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El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos. R. C.
Guindos aconseja al Gobierno «no cegarse» con los ingresos del impuesto bancario

Guindos aconseja al Gobierno «no cegarse» con los ingresos del impuesto bancario

El vicepresidente del BCE recuerda que las entidades tendrán que afrontar el impacto de incremento de las insolvencias empresariales durante los próximos meses

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Lunes, 19 de septiembre 2022, 12:18

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El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha recomendado al Gobierno, y al resto de autoridades europeas que se lo puedan plantear, que «no puede dejarse cegar» por «los efectos a corto plazo» de esta medida, es decir, por la recaudación tributaría que generará para el Estado, calculada en unos 3.000 millones de euros en dos años en el caso del gravamen bancario. Porque, ha avisado, el coste de los depósitos también se incrementará para la banca -tendrán que pagar más a los clientes por estos productos- y, sobre todo, porque habrá empresas insolventes, más morosidad y las entidades se verán obligadas a incrementar sus provisiones, lo que les supone un gasto adicional.el

El BCE se ha pronunciado públicamente por primera vez acerca del impuesto a la banca que el Gobierno ha presentado, y lo ha hecho para advertir de que «no debe afectar al coste de financiación». Así lo considera el también ex-ministro de Economía, quien ha participado en un foro de Banco Sabadell, para referirse a la posibilidad de que el propio planteamiento del tributo -que en principio gravará los ingresos de las entidades y no el beneficio neto- impulse a los bancos a elevar aún más los tipos de interés que aplica en las hipotecas y créditos al consumo que aplica al comercializarlos.

La proposición de ley del impuesto incluye la prohibición de trasladar este coste fiscal al consumidor final, aunque el texto deja en manos de la Comisión Nacional de Competencia (CNMC) la posibilidad de habilitar una fórmula para impedir esa situación. Sin embargo, Guindos ha advertido sobre el efecto colateral del impuesto, y también lo ha hecho para insistir en que el tributo no debe afectar tampoco «ni a la concesión de créditos ni a la solvencia» de las entidades financieras.

En ese contexto, el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliú, ha insistido en que el impuesto es «un ataque» a la banca, al menos tal y como está planteado hasta ahora. También ha indicado que «aunque hay que arrimar el hombro», a su juicio, deben hacerlo «dándole una o varias vueltas de tuercas» a la proposición de Hacienda, que opta por gravar los ingresos de las entidades. Además, se ha quejado de que el tributo «solo afecta a algunos grupos bancarios» por lo que lo considera «discriminatorio».

El consejero delegado de Banco Sabadell, César González Bueno, también ha pedido al Ejecutivo que el nuevo impuesto a la banca, planteado junto al de las energéticas, «sea temporal y no distorsione la competencia». El ejecutivo ha asumido que este tributo puede llegar, «aunque sea inesperado». «A nadie le gusta pagar impuestos», ha reconocido González-Bueno, quien ha recordado que la entidad pagó más de 800 millones de euros en tributos en 2021, «frente a un beneficio neto de 530 millones».

En cualquier caso, Sabadell ve «vientos a favor impulsados por la subida de tipos» que mejorarán el resultado del banco. Aunque, al mismo tiempo, considera que «el impacto de la inflación y los tipos en la morosidad va a ser más controlable». Es decir, no anticipa grandes problemas de impago por la subida de los intereses.

«Dolor» por las subidas de tipos

En lo que sí ha insistido Luis de Guindos es en la necesidad de que el BCE siga incrementando los tipos de interés en la zona euro en los próximos meses «en función de los datos», porque la situación «sería mucho más complicada». De hecho, ha insistido en que «el primer dolor que tiene la población europea es la inflación». Y para ello, el BCE tiene la única herramienta en sus manos que es la subida de tipos, lo que actúa sobre la demanda -al elevarse las hipotecas y créditos, la población gasta menos-, lo que debería influir en la curva de la inflación.

En cualquier caso, ha reconocido que las subidas de tipos no tienen sus efectos hasta pasados 12 a 24 meses desde que se aplican. Y que la institución seguirá subiendo los tipos de interés «en función de los datos» de la evolución de los precios.

Uno de los efectos de esa política será previsiblemente que los precios de la vivienda en el conjunto de la zona euro registrarán un descenso de hasta el 9% en los próximos dos años.

En un artículo publicado en su 'Boletín Económico', varios economistas de la institución han explicado que en el primer trimestre de 2022 se ha registrado un incremento de los tipos de interés de las hipotecas de 63 puntos básicos, lo que supone el mayor incremento semestral jamás registrado.

También han agregado que este alza tendrá efectos tanto en los precios de las viviendas como en la inversión inmobiliaria. De acuerdo con una proyección lineal elaborada por los técnicos del BCE, un incremento de un punto porcentual en lo tipos de las hipotecas provoca un descenso del 5% de los precios de la vivienda tras dos años, así como una caída del 8% de la inversión inmobiliaria.

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