Víctor Pastor se hace con el título nacional en el último hoyo

García y Pastor quedaron emparejados en el mismo partido, que completaba Pedro Oriol, otro de los aspirantes al título. El barcelonés arrancaba el domingo con un birdie en el hoyo 1 y aprovechaba su pegada en el 5 para finalizarlo en cuatro golpes. A ambos birdies sumaba un tercero, en el par cuatro del hoyo 8. Le costó más encontrar el premio al cordobés. Birdie en el cinco y en el seis para acabar la primera vuelta con 34 golpes por los 33 del catalán.

En ese momento, la amenaza para García Broto no era Pastor, sino Gonzalo Fernández Castaño, que estaba firmando un fantástico comienzo y había completado la mejor tarjeta de esa primera vuelta, con 31 golpes. Eagle en el 5 y birdies en el 6,7 y 8. Castaño se situaba líder en la clasificación provisional merced a un ritmo imposible de seguir por sus adversarios. Incluso para él, pues no lo pudo mantener en la segunda vuelta, a pesar de firmar un -2 en ella y asentar esa tercera plaza final.

García Broto y Pastor encaraban los últimos nueve hoyos de una torneo reducido a 54 porque se había suspendido la jornada del viernes separados por dos golpes a favor del primero de ellos. Sin embargo, el cordobés daba un golpe encima de la mesa al firmar un eagle en el hoyo 11 (el 2 del campo en un día normal), par 4 de 297 metros y el segundo hoyo más fácil del recorrido. García Broto concluía con birdie y mantenía su renta por un golpe.

Ambos firmaban cuatro golpes en el hoyo 13, el par 5 más largo de España con 618 metros y el green en alto, pero Pastor repetía birdie en el 14, el par 3, para empatar a golpes con García Broto. Restaban cuatro hoyos para decidir el título.

Pastor había cerrado esos cuatro hoyos en la primera jornada con -2 y en la del sábado con -4; García Broto, par y -3. El catalán tomaba la delantera por un golpe tras finalizaba el 16, un par cuatro en el que había buscado los días anteriores el green desde el tee de salida. Pastor concluía con par.

Los dos últimos hoyos resultaron decisivos. García Broto, par y birdie los dos días anteriores en este par 3 de 220 metros, necesitaba cuatro golpes. Se anotaba el único bogey del día en el momento más inoportuno. Pastor firmaba el par y ambos llegaban empatados al último hoyo, con -17. El dieciocho decidía. Par 5 de 495 metros de longitud en el que García Broto había festejado el jueves birdie y el sábado, eagle. El domingo se tenía que conformar con el par. Ahí llegó el golpe definitivo de Pastor. Birdie, el primero en los tres días en ese green, y birdie ganador el de este domingo porque ese putt le daba el título nacional.

Nicolás Evangelio, uno de los jugadorea amateurs que participaban en el Campeonato de España y además riojano, concluyó su concurso en la undécima plaza con un total de 208 golpes, -8 sobre el par del campo. Una gran competición la que firmó el joven golfista.

¿Quién es Nico Evangelio?, se preguntaba la prensa nacional especializada después de que el riojano concluyera líder la primera jornada jornada, tras sacarle al campo 65 golpes, siete menos de lo que le pedía para quedar en paz. Evangelio, como admitían en la propia Federación, había puesto la «pimienta» al arranque del Nacional, que visitaba por cuarta vez el Campo de Logroño en menos de veinte años. En esa primera jornada, Evangelio firmó siete birdies y once pares. Un gran jueves.

La segunda jornada, repartida entre viernes y sábado, no fue tan productiva para él, ya que el campo le superó. +1 al final de los 18 hoyos, con el mal sabor de boca que le dejó el doble bogey en el 17.

Día nuevo, recorrido nuevo. Jugaba con José María Olazábal. Evangelio arrancaba la mañana del domingo con un eagle en el hoyo 1, embocando desde fuera del green. Y continuaba con birdie en el hoyo 2. Cerró la primera vuelta con 32 golpes, cuatro por debajo del par. La segunda no fue tan satisfactoria. Su única sonrisa llegó en el hoyo 18, con birdie, pero a él llegaba después de vivir tres bogeys, en los hoyos 12, 14 y 16. Los dos pares tres le habían robado tres golpes. Aun así, su torneo ha sido más que notable, sobresaliente.

Otro nombre propio era el de José María Olazábal. Tres bajo el par en la primera y segunda jornadas, iniciaba con -6 el domingo, que lo acababa con +4 para una tarjeta global de 214 golpes, dos por debajo del par del campo. Cuatro bogeys, en los hoyos 1, 6, 13 y 16 la estropearon. Un lujo verle jugar.