El Varea calibra su puntería
Los arlequinados facturaron con seis goles el trámite para continuar pisando los talones a la Sociedad Deportiva Logroñés
Un trámite cumplido con una nueva victoria. Tres puntos para que nada cambie, para que el Varea continúe siendo la sombra que tanto preocupa ... a la Sociedad Deportiva Logroñés. Una victoria fundamentada en la primera media hora ante un Yagüe que pisó el Municipal de Varea con lo justo para completar una convocatoria.
Varea
Benja, David, Rocha, Diego, Antón, Andreica, Suárez (Rubén Pérez, m. 73), Escribano (Sergio, m. 56), Ache, Cordovín, Alcalde (Medrano, m. 68).
6
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0
Yagüe
Arráiz, Sergio (Malcom, m. 79), Eduardo, Pablo, Vicent (Juanjo, m. 75), José Gerardo, Álvaro (Parra, m. 51), Alfonso, Rubén, Vitorica, Rafael.
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Goles: 1-0, m. 21, Antón. 2-0, m. 27, Ache. 3-0, m. 44, Suárez. 4-0, m. 68, Ache. 5-0, m. 76, Rubén Pérez. 6-0, m. 86, Cordovín.
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Árbitro: Roberto Jiménez. Amonestó a los locales Sergio, Antón y Cordovín. Y a los visitantes Pablo y Vitorica.
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Incidencias: Municipal de Varea.
Ante ello, tiraron de intensidad para aguantar y resistir el abordaje arlequinado. Les duró 21 minutos, hasta que David Antón abrió la veda con un gran testarazo que desvió a las redes un golpe franco desde el propio campo de un Varea que dejó a su mayor cazagoles descansando en el banquillo.
Pese al control y dominio local, el Yagüe intentaba estirarse y respirar. Una diagonal que recogió Rafael obligó a Benja salir de su portería. Despejó sin excesivas complicaciones la primera aproximación amarilla. Pocas hubo, debido a la muralla de hombres que edificó en la frontal de su meta. Ante ello, no dudó Andreica en probar suerte desde lejos. Lo hizo en dos ocasiones, ambas rozaron el éxito del gol. Al filo del descanso, Ache hizo el segundo en una transición rápida. Y un minuto antes de ir a por agua, Daniel Suárez finalizó a las redes una bonita jugada coral desde el vértice derecho. Tras el descanso, solo las conducciones de Vitorica suponían algo de incertidumbre al Varea. Y Suárez, la destreza y magia local. En una de sus acciones, se inventó un gran pase que recogió Achi. El delantero se fue al suelo, cazado con los brazos por el portero visitante. Penalti claro y ejecución perfecta. Doblete de Achi. El cuarto del día.
Una goleada que era incompleta si su ariete de siempre no contribuía a ello. Por eso entró Rubén. Minutos después ya estaba celebrando un nuevo tanto en su cuenta. Era el quinto, en su primer balón que tocó. Se le caen los goles. El sexto llegó al borde del final. Lo firmó Cordovín con un sensacional disparo.
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