Fútbol | Fase ascenso Segunda RFEF

Oyonesa y Varea dejan todo abierto para la vuelta

La importancia del encuentro se palpaba desde el inicio. Ambos conjuntos eran conscientes de lo mucho que había en juego y eso se tradujo en un guion lleno de respeto mutuo, pocas alegrías ofensivas y mucha batalla en el centro del campo. Ni la Oyonesa, con el apoyo de su afición y el impulso de su campo, ni el Varea, con su solvencia táctica, quisieron dar el primer paso en falso.

El equipo local fue el primero en enseñar los dientes. Marcos se atrevió con un disparo lejano buscando sorprender a Pinillos, pero el guardameta visitante no tuvo problemas para atrapar el esférico. Más tarde, Rubén, tras controlar bien en carrera, no logró dar potencia a su remate, dejando escapar una ocasión clara justo cuando la lluvia empezaba a caer con fuerza en el campo.

El Varea no se quedó atrás y respondió con dos llegadas por mediación de Manero y Tamayo, aunque sin consecuencias en el marcador. A partir de ahí, el encuentro se igualó aún más. El respeto entre los equipos se tradujo en una circulación trabada, muchas disputas y pocas llegadas con claridad solo interrumpido por una falta de Txis en la frontal del área antes del descanso que le dio a Marcos otra oportunidad, esta vez a balón parado, pero su disparo voló por encima del travesaño.

En la segunda mitad, Txomin fue el primero en encarar la puerta rival obligando a Millán a intervenir desde el suelo, para que minutos después la Oyonesa replicara con una gran internada de Iñaki Rivas cuyo centro remató alto Jaime Garijo en una de las mejores ocasiones del partido.

Ambos técnicos intentaron agitar el duelo desde los banquillos. Gerardo García León dio entrada a Diego de Miguel y Jorge Arnáez, mientras que Adrián Gallego buscó más verticalidad con Saúl, el único cambio del Varea en la jornada de ayer. Cabrera también generó peligro en una falta que Edu Ubis cabeceó con fuerza, pero el portero de la Oyonesa estuvo atento para desviar a córner.

En los minutos finales, el Varea pareció más fresco e intentó encontrar espacios por el flanco derecho, aunque sin éxito en la definición. Con el pitido final, el empate sin goles dejaba la eliminatoria completamente abierta, pero con la sensación de que los logroñeses regresaban a casa con el pequeño botín de decidir la final en su feudo. El domingo, el Ángel Aguado dictará sentencia.