No hubo milagro para el Arnedo en Sendero

Los primeros minutos fueron de tanteo, aunque el Arnedo intentaba proponer con balón, pero no conseguía atravesar la férrea defensa que planteó la Oyonesa.

En torno al minuto 20, un zapatazo raso desde la frontal pilló desprevenido a Víctor Pradas que ni con una estirada milagrosa llegó a tapar el primer tanto rival que suponía un jarro de agua fría para toda la parroquia local. Sin embargo, quedaban muchos minutos y el Arnedo no pensaba rendirse.

Llegó el paso por vestuarios. Tres goles son los que necesitaba el Arnedo para avanzar a la siguiente ronda del 'play off' de ascenso, pero el equipo seguía estampándose con una defensa que no concedía apenas un metro.

Cuando el reloj marcaba la hora de juego, se produjo la jugada de la discordia. Tras una falta en el centro del campo, Adrián Ruiz intercambió pareceres con el autor de la infracción que, ni corto ni perezoso, le propinó un escupitajo directo. El centrocampista del Arnedo corrió a pedir explicaciones al colegiado y también a su rival. Tras charlar con su asistente, el árbitro optó por una decisión salomónica, expulsar del terreno de juego a ambos jugadores. Después de enviar a los dos jugadores a los vestuarios, se produjo un incidente que requirió de la intervención de Policía Local y Guardia Civil que creyeron que era conveniente parar el partido unos minutos. Tras la reanudación, una buena jugada de Amelivia en banda izquierda encontraba la pierna de un defensa rival que impactó al atacante y el colegiado señaló la pena máxima. Mario García transformó con maestría el lanzamiento y permitió creer a los presentes en la grada.

En un buen contraataque de la Oyonesa, Ángel Chacón se vio obligado a trabar a su marca, lo que desencadenó con otro hombre en los vestuarios antes de tiempo . Ya con el Arnedo completamente volcado, uno de los interiores de la Oyonesa finiquitó el encuentro con una gran jugada personal.