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Jorge Carballo es uno de esos rostros fácilmente identificables para los seguidores de la Tercera riojana. Se formó en el filial de la UD Logroñés para dejar una huella imborrable en la que durante cinco años fue su casa, La Salera. El clásico centrocampista tuvo ... que colgar las botas a mitad de la temporada pasada, cuando el Náxara más sufría como colista de Segunda Federación, para embarcarse en una nueva aventura laboral que se le abría paso. Ahora vuelve a enfundarse el traje corto cambiando las rayas blancas y azules por la elástica verde de un Berceo que le ha recibido con los brazos abiertos.
– Vuelve al fútbol después de un año alejado de los terrenos de juego, ¿lo echaba de menos?
– La verdad es que después de un año fuera me volvió a entrar el mono por fútbol. Es un deporte que tiene algo especial, más para mí que llevo practicándolo toda la vida. Echaba de menos el ambiente en los vestuarios, la competición y todo lo que rodea. Es un conjunto de muchas cosas que me llevan apasionando desde que soy pequeño.
– ¿Cómo se fragua su fichaje por el Berceo?
– Lleva mucho tiempo. Recuerdo como su entrenador siempre me decía que me fuera al Berceo cuando nos tocaba jugar contra ellos. Era como en broma, aunque también lo decía en serio, hasta que estas Navidades me llegó una propuesta firme. Me lo pensé bastante, pero me terminaron convenciendo.
– ¿Pensó en volver al Náxara?
– No. Supe que no iba a poder volver al Náxara desde que aprobé la oposición debido a la profesionalidad que te exige el club. No ha habido en ningún momento una posible vuelta.
– Dejó al equipo de La Salera en uno de sus momentos más importantes dentro de Segunda Federación, ¿cómo lo recuerda?
– Recuerdo a Nájera en general de una manera muy especial. Puedo decir que allí he vivido mis mejores años de fútbol gracias al ambiente y a la gente que formaba el club. También logramos cosas importantes, como los dos ascensos a Segunda Federación pese a que fueron dos temporadas complicadas. Mis cinco años allí fueron maravillosos, solo tengo palabras de agradecimiento y de orgullo para ese equipo.
– Ha sido una parte indispensable de la familia de La Salera, ¿qué opina de lo que está consiguiendo este curso?
– Siguen jugando muchos amigos míos en el Náxara por lo que sí que estoy siguiendo muchos de sus partidos. Siempre quiero que ganen para que vuelvan a ascender, porque realmente considero que se lo merecen. Es tremendo y a la vez muy difícil lo que están haciendo.
– Ahora llega a un Berceo que pugna por la salvación, ¿en qué cree que podrá ayudar?
– Mi objetivo no es otro que ayudar en todo lo que pueda para dejar al equipo lo más arriba de la clasificación posible. Estoy muy agradecido por la bienvenida tan buena que he recibido. Ya conocía a muchos compañeros pero aún así me han tratado muy bien todos.
– Dejó el Náxara por razones laborales, ¿ve posible compaginar ambos mundos ahora?
– Sí, gracias a las facilidades que me pone el Berceo. Por eso tampoco he intentado tantear al Náxara. Al final, mi trabajo no me permite estar presente con el equipo en muchos entrenamientos, al igual que en muchos partidos tendré que faltar. Sin embargo, la directiva y el cuerpo técnico berceísta han entendido mi situación al completo permitiendo que pueda compaginar todo de la mejor manera que se pueda. Estoy muy agradecido por ello porque así vuelvo al fútbol.
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