Quique García comienza a trabajar para la UD Logroñés

«Quique García asume la dirección deportiva de la Unión Deportiva Logroñés. El zaragozano de 42 años llega tras anunciarse su salida del Teruel, equipo al que ayudó en el presente curso a entrar en el 'play off' de ascenso a Primera RFEF desde la misma labor», escribía la entidad en sus redes sociales a las 20.35 horas.

A estas palabras le seguían las del primer mensaje del nuevo director deportivo, de apenas siete segundos: «Blanquirrojos, empieza un nuevo proyecto. Vamos juntos a por ello», enfatizaba en un corto vídeo cerrando su puño izquierdo.

La propia entidad ha sido quien le ha recordado el enorme trabajo que tiene por hacer una vez se ha cerrado la etapa de Carlos Lasheras en la dirección deportiva y en el banquillo, y la de tres técnicos más en esta dura temporada. «Quique García cuenta con dos futbolistas con contrato en vigor para la campaña 2025-26: los centrales Bobadilla y Ugarte», decía.

Esa es la cruda realidad. Hay que confeccionar una nueva plantilla, o casi, que alcance el reto que se le ha resistido a la actual, que sea capaz de borrar la última imagen y que supere todas las carencias de la que concluye contrato el 30 de junio, tanto deportivas, como anímicas o de indefinición de roles. Y, además, ganarse con resultados a una afición decepcionada. Las victorias, y las derrotas, lo cambian todo.

El preparador aragonés asegura que afronta esta nueva etapa «con toda la energía del mundo y con la responsabilidad de trabajar para una entidad de la exigencia del Logroñés». «Estoy convencido de que vamos a armar un gran proyecto que nos ilusionará a todos, aficionados y club. Seguro que será un año magnífico y juntos conseguiremos lo que nos propongamos», añadía.

Quique García anunció el 30 de abril que no seguiría en el Teruel la próxima campaña. Hasta el club mudéjar llegó en febrero del pasado año con la intención de cerrar la campaña y de preparar un proyecto interesante y exitoso para la actual. De momento, el Teruel pelea por el ascenso de la mano de Unai Mendia, al que le ha ofrecido la renovación.

Ese trabajo del verano del pasado año resulta interesante para conocerle mejor porque debió reconstruir un equipo por completo después de descender de Primera Federación. En Logroño no pasará por idéntica situación, pero desde el primer segundo se le exigirá el ascenso. Antes de regresar a Teruel -fue su entrenador en la campaña 2019/20- pasó por la secretaría técnica del Utebo, en la que permaneció dos temporadas. Allí coincidió con Álvaro Barrero, al que firmó. Y a Utebo llegó tras entrenar en las categorías inferiores del Huesca y dirigir a su filial, el Almudévar.

La agenda de García contempla prioridades. Primero, conocer la casa. Ha conversado y ha negociado con Sergio Rodríguez. Entre ambos, pero sobre todo el oscense, deben decidir quién es el inquilino del banquillo. Paso fundamental, ya que el nuevo entrenador será pieza importante en la creación de la nueva plantilla.

Estos pasos van ligados directamente con el potencial económico. Seguirá siendo elevado para la categoría, superior al de muchos clubes, pero inferior al de esta campaña. Es seguro que el Arenas no continuará, aunque si la UDL repite en el grupo con vascos, navarros y aragoneses sabe que se medirá, por ejemplo, al Amorebieta, mientras que clubes como Osasuna y Sestao pugnan por evitar el descenso. Una historia mucho más lejana. Primero, comenzar a trabajar.