Los Barrero no hablan de fútbol
Álvaro (UDL) y Jaime (Utebo) se miden esta tarde en la localidad aragonesa, en un duelo entre tercer y quinto clasificados
En casa de los Barrero se habla de fútbol a diario. Por teléfono, para anular distancias. Jaime y Alvaro Barrero conversan todos los días, en ... privado y por el chat familiar. Es lo más habitual para dos hermanos que viven el fútbol y viven de él. El primero, en el Utebo; el segundo, en la UD Logroñés. Albergaban la ilusión de jugar juntos en el club aragonés esta temporada, pero no ha sido posible. Uno llegó y otro se fue. Hoy se encuentran, pero como rivales. Los caminos del fútbol son así.
«Hablar de fútbol esta semana ha sido tabú, prohibido», admite Álvaro Barrero (Almudévar, 1998). El ariete confía en jugar en Santa Ana, escenario habitual para el pla pasada capmaña. Veintisées pàrtidos disputó el pasado ejercicio con el Utebo, en los que marcó diez goles. Números que no pasaron desapercibidos en Valdegastea. «En Utebo hicieron los posible porque mi hermano y yo jugásemos juntos esta temporada, pero cuando te llama el Logroñés no le puedes decir que no», señala.
Se marchó Álvaro y llegó Jaime (Almudévar, 1996). Un centrocampista por un delantero. El mayor es un jugador más curtido. Con 20 años ya estaba en la cantera del Alavés. Pasó tres temporadas en el Teruel, probó cómo se vive en Ibiza e hizo las maletas para regersar a la península y enrolarse en las filas del Badalona Futur. Con éste visitó Las Gaunas el 25 de octubre del pasado año, en Copa Federación. Titular, ganaron por 2-3 y eliminaron a los blanquirrojos de la competición a las puertas de la final.
«¿Mi hermano? Es el mayor y un referente para mó. Hablamos a diario, pero esta semana hemos hablado de todo, hasta del tiempo, pero no de fútbol. Para mí es el mejor centrocampista de la categoría, pero que voy a decir yo si es mi hermanos», comenta Álvaro Barrero.
Sus trayectorias son diferentes. Jaime ha sido titular en los ocho partidos e incluso ha marcado un gol, mientras que Álvaro solo saltó en el once inicial en Estella, aunque ha participado en todos los encuentros. «Está siendo un poco complicado para mi porque en este equipo hay mucha competencia y nivel. Ahora mismo está jugando Lupu y marcando goles, por lo que lo único que me queda es trabajar a la espera de una oportunidad», admiteel oscense.
Álvaro advierte de que no se puede hablar del partido que cerró la pasada campaña en Santa Ana, y que ganó la UD Logroñés por 0-3, con el de esta tarde. Sería un error. «Aquel día no nos jugábamos nada y nadie quería lesionarse a las puertas del play off de ascenso. Quien tome como referencia aquel compromiso comete un error porque Santa Ana es un escenario muy complicado. De hecho, el Utebo ha ganado allí sus cuatro partidos esta temporada -y con catorce goles a su favor-. Va a ser una tarde complicada», explica.
En el Utebo formará su hermano salvo sorpresa. Es una de las novedades en un equipo que, a juicio del blanquirojo, ha mejorado. «La verdad es que se han renovado mucho y bien, porque han firmado muy buenos jugadores en verano. Es un club en el que apetece jugar porque hay buenas personas y buenos prefesionales. Es divertido jugar allí porque a pesar de los cambios, la idea futbolística sigue siendo la misma, la de jugar desde atrás», radiografía el blanquirojo.
La UD Logroñés busca salir victorioso de su duelo de números con el Utebo
Si uno mira los números del Utebo solo puede decir que son muy buenos, pero no mejores que los que presenta la UD Logroñés antes del compromiso de esta tarde (18.00 horas) en el campo de Santa Ana. Ambos llegan separados por dos puntos, pero también por dos trayectorias diferentes. Los aragoneses no solo ganan siempre en casa, sino que golean a sus rivales. Cuatro, catorce puntos. La UD Logroñés no siempre vence a domicilio, pero no ha perdido. Ganar hoy significaría dar otro golpe de efecto como el que logró en Tudela hace quince días.
Miguel Flaño no ocultaba ayer que este compromiso es «muy importante» para su equipo, pero más por la suma de «los puntos», que por la situación clasificatoria en este momento, a la que da menor importancia. «Estamos siete u ocho equipos en una distancia de un partido, algo que no es fácil. No focalizo en el puesto, pero sí en los puntos, para seguir ir yendo hacia arriba», explicaba.
La UD Logroñés se mide a un equipo que poco tiene que ver en nombres con el de la pasada campaña, pero que sí mantiene la idea. Y como advierte Álvaro Barrero, no hay que tener en cuenta el 0-3 logrado por los riojanos en mayo, porque si se amparan en aquel recuerdo pueden caer en su trampa. «Es el equipo más goleador de la categoría. Es un equipo que se siente muy cómodo con balón, capaz de jugar por dentro para sacar el esférico fuera y generar situaciones de centro y remate. Transita bien, mas en su campo. Se siente cómodo en partidos abiertos y dinámicos», despiezaba.
La buena noticia para el técnico, más allá de analizar al adversario, es que podrá contar con Jon Madrazo y Andrei Lupu después de una semana de poco trabajo sobre el césped. «Hoy -por ayer- ya han trabajado con el grupo, están disponibles y ambos pueden jugar en Santa Ana. Es un campo especial por la superficie y por la cercanía del público, pero adaptarse a él es un síntoma también de la inteligencia del futbolista», decía con rotundidad consciente del papel que juegan ambos, fundamentales en su ataque y con ocho goles marcados entre los dos de los doce que acumula el conjunto riojano.
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