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Griezmann celebra su gol ante la Roma. Juanjo Martín (Efe)
Griezmann vuelve a ganarse a la afición
Jornada 5

Griezmann vuelve a ganarse a la afición

El francés se reencontró con el gol después de 792 minutos y fue tratado con cariño por el Wanda durante todo el partido

Amador Gómez

Madrid

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Miércoles, 22 de noviembre 2017, 23:11

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Con un golazo de media chilena Antoine Griezmann volvió a ganarse a la afición del Atlético de Madrid después de los abucheos recibidos el pasado sábado cuando fue sustituido durante el derbi. Después de ocho partidos, 792 minutos sin marcar, el delantero francés se reencontró por fin con el gol, con lo que más necesitaba para recuperar la moral y reconciliarse con los seguidores rojiblancos, que durante todo el encuentro ante la Roma trataron con cariño a Griezmann, que aseguró no haberse arrepentido de haberse quedado este verano en el Atlético.

Griezmann se olvidó en la quinta jornada de la Champions de su criticada actitud displicente y se quitó una losa de encima con ese gol que tanto ansiaba y que debe servir para relanzarle y, pese al papel del Atlético en la gran competición, animar a un vestuario bastante alicaído que había insistido en apoyar al francés, mientras Simeone solicitaba también «bancarle mientras sea de la familia». Es decir, con ciertos matices del técnico argentino tras haberle dejado retratado con el cambio ante el Real Madrid que provocó los pitos mayoritarios del Wanda, uni do de nuevo a Griezmann y dando también otra muestra de amor a Fernando Torres. El 'Niño' jugó su tercer partido de la temporada como titular y no sólo eso, sino que Simeone le concedió todos los minutos. Aunque no tuvo suerte con el gol, para el delantero madrileño también pudo ser una noche de cierta autoestima y reivindicación.

Tanto Griezmann como Torres estuvieron muy activos, pero hasta el minuto 69 el francés no estuvo acertado en la definición y al madrileño le faltó mucha frescura cuando intentó desbordar. Ambos fueron sin embargo aplaudidos siempre por la afición del Atlético, que despidió con abucheos al trío arbitral por el gol anulado a Augusto, por ignorar también poco después una caída de Torres en el área de la Roma, reclamada como penalti, aunque no lo fue, y por no dar tiempo añadido al descanso. En un Wanda Metropolitano en el que sólo animaba el Frente Atlético, pese a no ver portería en el primer tiempo, los hinchas rojiblancos agradecieron el esfuerzo de Griezmann y Torres.

La mejor ocasión que se le presentó a Griezmann en la primera mitad la tuvo en el minuto 24 tras un centro desde la izquierda de Carrasco, pero el francés no llegó al remate, como tampoco Koke. Cinco minutos después el galo disparó con la derecha desde fuera del área, pero a pesar de su mal remate, que se marchó fuera, el francés fue aplaudido. Los cánticos de «¡Antoine Griezmann, Antoine Griezmann!» ya antes del inicio del choque por parte del Frente hacían presagiar que la gran estrella colchonera, pese a que se pudierese ampliar su larguísima sequía goleadora, su peor racha en el Atlético, no iba a ser pitado como ocurrió en el derbi.

Torres, aclamado

El presidente del Atlético, Enrique Cerezo, había reclamado el máximo apoyo a Griezmann, «preocupado» por no encontrar el gol, como reconoció la víspera Simeone, convencido de que el francés se acercaría pronto a su mejor nivel y volvería a ser determinante. Con los aficionados casi resignados a la Liga Europa tras la goleada del Chelsea ante el Qarabag, no era la noche para pagarla con Griezmann, y mucho menos con Torres, el más aclamado oor los seguidores cuando se citaron las alineaciones por megafonía. Una de las más claras también la tuvo el 'Niño' en el minuto 67, libre de marca y con tiempo para preparar su remate por la derecha, pero también tuvo el punto de mira muy desviado.

Ambos intentaron llevar las contras rojiblancas tras el descanso, pero con muchos metros por delante, la defensa de la Roma frustró entonces las intentonas de los de Simeone, que al menos esta vez se mostró bastante sólida en defensa con Giménez y Lucas como centrales y con Thomas Partey -sustituto por la derecha del lesionado Juanfran- obligado a sacrificarse en exceso frente a Perotti y Kolarov, porque Carrasco no ayudaba nada. Y pese a seguir a expensas de un milagro para continuar en la Champions, Griezmann, como no podía ser otro, fue el encargado de levantar de nuevo con un tanto espectacular a un equipo y a una afición que pueden seguir soñando, aunque sea casi un imposible seguir en la Liga de Campeones.

"Lo vamos a intentar hasta el final. Era importante ganar a la Roma y ya veremos lo que ocurre. Estoy contento por el gol, sobre todo por mis comañeros. Intento dar lo mejor de mí en cada partido y ahora hay que seguir trabajando. Nos queda aún disputar un partido bonito en un estadio bonito", afirmó Griezmann tras el choque.

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