Iker Muniain, nuevo entrenador del Derio

Iker Muniain (Pamplona, 32 años) ya tiene nueva ocupación. Una semana después de oficializar su salida de San Lorenzo de Almagro, de dar por terminada su aventura argentina, el excapitán del Athletic se ha comprometido con el Derio para ser el entrenador del equipo vizcaíno, que juega en Tercera Federación y este ejercicio ha quedado en la zona media de la tabla. El futbolista, de este modo, deja el césped, abandona su carrera en activo, pero no se aleja del balón, se mueve al banquillo.

Hace unos días, en Buenos Aires, en su despedida de la entidad argentina, ya adelantó que «había muchas posibilidades» de que colgara las botas. Y así ha sido. Muniain deja de jugar a un deporte que lleva dentro y que le convirtió en uno de los futbolistas con más partidos en la historia del Athletic, del que se despidió poco después de ganar la Copa en 2024. Acumuló 560 encuentros en la primera plantilla rojiblanca desde aquel mes de julio en el que Joaquín Caparrós le dio la alternativa frente al Young Boys.

Entonces, era un adolescente, un joven que disfrutó vestido de rojiblanco pero que también sufrió dos importantes lesiones que frenaron su carrera. En ambas ocasiones, él se repuso, resurgió, y se convirtió en capitán de un equipo que después de tanto tiempo, de 40 años, levantó la Copa del Rey en La Cartuja de Sevilla. Muniain no lo hizo solo. Compartió ese honor con Óscar de Marcos, su amigo, otro futbolista que acumulaba tres lustros en la primera plantilla del Athletic, su sucesor como portador del brazalete. El de Laguardia lo ha dejado este año. El de La Txantrea, el pasado.

Se marchó a Argentina. Pronto sedujo a los 'cuervos', los hinchas de San Lorenzo, entre los que estaba el difunto Papa Francisco. Fue tal impacto de Muniain que pronto fue nombrado capitán de la entidad de Buenos Aires. Pese a algún problema físico, se metió a la afición en el bolsillo. Sin embargo, los vaivenes que sufre el club y también la distancia, la separación de sus dos hijos, provocaron que tomase la decisión de dejar Sudamerica y volver a casa.

En un principio, quizá para jugar, para vestirse de corto. Pero no ha sido así. Ha preferido colgar las botas y comenzar su carrera como entrenador. Lo hace desde abajo, desde Tercera Federación, desde el Derio, un equipo que terminó la pasada campaña en el octavo puesto de Tercera Federación a siete puntos del Deusto, último bloque clasificado para el play-off.

Sigue Muniain el camino de otros antiguos compañeros. Como Andoni Iraola, técnico del Bournemouth, de la Premier, como Iñigo Pérez, en el Rayo, como Ibai Gómez, en el Andorra, y Gorka Iraizoz, que ha abandonado hace poco el Gernika.