El DUX Logroño se va al parón de selecciones con mucho trabajo por delante
El conjunto vinotinto amanece dentro de los puestos de descenso tras su amarga derrota ante el Espanyol en Las Gaunas
El DUX Logroño se marcha al parón con mucho trabajo por delante y solo cuatro puntos en su casillero. Las riojanas cayeron ante un ... rival directo como el Espanyol (0-2) en Las Gaunas, en un encuentro que deja más dudas que certezas y la sensación de haber dejado escapar una oportunidad importante para mirar la tabla con positivismo. Y es que, el equipo vinotinto no logró imponer su juego ni aprovechar su condición de local frente a un conjunto perico más efectivo, que golpeó en los momentos clave y demostró su eficacia ante la puerta rival.
El plan inicial de Héctor Blanco se torció pronto con el golazo de Ana Torrodá desde fuera del área, que descolocó a un DUX impreciso en el pase y sin acierto en los metros finales. Las locales reaccionaron por momentos, pero la falta de claridad y de pegada volvió a condenarlas. En la segunda parte, un córner mal defendido que cabeceó Ainoa acabó con el 0-2 definitivo, un golpe que el equipo no supo encajar pese al empuje en el tramo final del encuentro y al disparo de Falfán que se estrelló en el palo.
Tras el encuentro, el técnico vinotinto fue claro y autocrítico: «Hemos estado bien en la primera parte, pero podríamos haberlo hecho mucho mejor. Ellas han tenido una y les ha salido el tiro a la escuadra, y cuando te ves otra vez a contracorriente, cuesta». También lamentó la falta de precisión y la desconexión en momentos decisivos: «No hemos estado finas en controles ni en pases, y eso nos ha penalizado. Nos ha faltado calma y precisión, sobre todo en los metros finales».
Siete jugadoras del equipo estarán fuera convocadas con sus selecciones, el resto seguirá en dinámica para corregir errores
Blanco no ocultó su frustración por algunas decisiones arbitrales y por la acción que terminó con Nancy lesionada: «Me voy cabreado. Sale una jugadora con el labio roto y no se ve nada claro en el VAR. No sé qué más tenemos que hacer».
El vestuario es consciente de que el salto de categoría implica no apresurarse en el ataque así como ser más certero de cara a puerta. La sensación es que el equipo compite, pero no remata. Por eso, los próximos diez días serán vitales para ajustar mecanismos, recuperar confianza y preparar un tramo de temporada en el que los puntos ya no se pueden escapar, especialmente ante los rivales directos que marcan la zona baja de la tabla. «La competición empieza de verdad en la segunda vuelta —recordó Blanco—. Ahora toca mantenernos cerca y llegar a a ese tramo fuertes, porque ahí es donde se decidirá todo».
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