García y Valero ganan el Nacional sin oposición

Sabiñánigo es tierra de bicicleta. Lo es por ciclistas como Fernando Escartín, ahora presidente del Club Ciclista Edelweiss, por pruebas como la Quebratahuesos y ahora también por el desembarco del cross country. Una apuesta. José Antonio Hermida ha diseñado un circuito permanente de 4,9 kilómetros muy abierto, que toma el nombre de la cercana ermita de Santa Lucía, agradecido para el espectador en directo y muy árido para el que lo ve por televisión. Muy diferente a los de Copa del Mundo, que se adentran en bosques frondosos. Diferente, exigente con rampas que superan el 20% de desnivel y no muy técnico. Sin embargo, ayer presentó una versión muy seca y la tierra suelta provocó más de una caída, aunque el gran enemigo fue el sol, el fuerte calor que acompañó la jornada y que provocó que las asistencias médicas tuviera que intervenir en momentos puntuales.

Rocío García renovó el título con autoridad (1.31.45 horas) y lideró el podio que completaron la andaluza Natalia Fischer (+1.54) y la catalana Meritxell Figueras (+7.28). Apostó por una bicicleta rígida, sobre la que dibujó su silueta bailarina en las subidas y de pie durante muchos minutos. García ya se puso en primer lugar apenas se habían consumido 500 metros y no pasaron muchos más cuando quedó definido el podio. Natalia Fischer y Meritxell Figueras aguantaron lo que pudieron ante el ritmo constante que la ciclista del BH Templo Cafés. De los veinte segundos de renta tras el giro inicial se pasaron a los 49 tras la segunda vuelta, la primera completa. Y eso que la menuda ciclista se cayó en una de las primeras bajadas, afortunadamente sin consecuencias para su físico, algo que temía.

Así, las vueltas que restaban fueron de control absoluto. Cuando el circuito perdía pendiente, Fischer sacaba a relucir sus condiciones de ciclista de maratón (hace quince días se proclamó campeona de Europa) y arañaba algunos segundos, pero cuando el trazado volvía a picar hacia arriba, García los recuperaba e incluso ampliaba porque la andaluza acaba de llegar a sus 27 años al cross country. Por momentos, necesitó de echar pie al suelo. «Para mí es un honor correr con y contra Rocío», admitía la malagueña al cruzar la meta y después de fundirse en un abrazo con ella.

Carlos Coloma se mostraba ya inquieto en la primera vuelta del Nacional masculino. Tenía claro el título que más tarde logró su pupilo. «Pablo tiene que pasar a Mantecón y abrir una distancia porque si llegan igualados a falta de tres vueltas lo tendrá más complicado, pues Sergio tiene un buen final de carrera y se desenvuelve muy bien con el calor», explicaba en Aragón Televisión. Lo decía cuando Mantecón era segundo y Rodríguez, tercero.

Coloma quería el doblete, «mantener la rojigualda» en el maillot de su equipo, pero aspiraba a más y ese más era la segunda plaza de Pablo Rodríguez, que se quedó en la cuarta y lejos del podio. No parecía entrar esa actuación en los planes del patrón del BH Templo Cafés.

La carrera en sí fue un calco de la femenina en cuanto al comportamiento de los ganadores. David Valero marcó distancias desde el primer momento (1.20.24 horas). Primero se cortó la cabeza de carrera con el propio Valero, Mantecón y Rodríguez y después el granadino se fue, poco a poco, pero con el ritmo suficiente como para anular la posible persecución de sus adversarios.

Con Valero inmerso en su pelea personal, el interés residía en saber qué pasaba en la lucha por el podio. Parecía destinado a dos hombres, pero el cántabro Ismael Esteban rompió esa pugna con su aparición. Esteban conocía este circuito por su participación en el Open de España, que lo visitó en mayo. Y además ganó con cierto margen sobre el segundo. Sin embargo, el cántabro no aguantó y a pesar de completar el quinto giro con nueve segundos de ventaja sobre Mantecón, éste recuperó tiempo y antes de volver a pasar por meta le superó y sellar un nuevo subcampeonato en su palmarés. Mantecón concluyó a 6.18 minutos.