La etapa reina elige las vistas del Camero Viejo y del Valle del Iregua

La contrarreloj de ayer por los alrededores de la capital sirvió para que los cientos de ciclistas de La Rioja Bike Race abrieran boca de cara al plato fuerte de la competición. Con una etapa de maratón pura, la carrera vuelve a su exigencia y dureza clásica a través de un recorrido de 77 kilómetros de distancia y 1.534 metros de desnivel acumulado que atravesará los valles y picos más especiales de la comunidad.

Tocará madrugar. Antes de que el reloj marque las nueve de la mañana, el paddock instalado en el Palacio de los Deportes abrirá sus puertas para recibir a los primeros participantes, que se deberán colocar en la parrilla de salida antes de las 9.30 horas. Será en ese momento cuando la etapa reina de la carrera dé inicio con una primera cumbre hacia Viguera, donde se dará un primer avituallamiento. Desde allí, se comenzará a subir hasta las Cateras coronando Peña Saida. Una vez se haya conseguido alcanzar la cota máxima de 1.247 metros de altura, los ciclistas irán hacia el sur y bajarán para coger el sendero que une Terroba con Luezas, para ir a ésta última localidad.

Los participantes atravesarán la localidad riojana para coger el sendero que baja hasta Soto en Cameros con cerca de 40 kilómetros de recorrido ya completados a lomos de la bicicleta. Se deberá escoger la salida hacia Trevijano y, de ahí, se procederá a ascender de nuevo hasta Peña Aldera. Los ciclistas podrán disfrutar de los famosos senderos riojanos de Fénix y Resentida, para acabar bajando por el nuevo Bike Park de Nalda. El Pico del Águila se convertirá en el último tramo de esta segunda etapa que terminará en el epicentro de la décima edición de La Rioja Bike Race, el Palacio de los Deportes de Logroño.

Esta segunda etapa servirá para que los favoritos al podio puedan expresar su potencial a través de unas pedaladas que atravesarán algunos de los paisajes más impresionantes de La Rioja por el Camero Viejo y el Valle del Iregua.