El Ciudad de Logroño lucha contra todo para arañar un punto

Con 37 segundos para el final y posesión, los riojanos pidieron tiempo muerto. Aviso de pasivo y un gol abajo, 32-31. La pizarra de Velasco salió a la perfección y Pergel, tras dos cruces en primera línea, completó una segunda parte casi perfecta anotando su séptimo gol de siete intentos (32-32) con un acertado lanzamiento exterior. En los veinte segundos que restaban los franjivino se dejaron el alma para taponar los disparos de Nevado, primero, e Isaías, sobre la bocina.

El Ciudad de Logroño siempre fue a remolque en la primera mitad -aunque se adelantó 0-2–, penalizado por las sanciones arbitrales. Se alternaron los empates hasta el 4-4 con los franjivino dando algunas señales peligrosas: Zaja no daba una a derechas y Ledo no estaba (cuatro paradas en toda la primera parte).

Velasco movió su primera línea para ver si las cosas cambiaban. Preciado, El Korchi y Tuà mantenían en partido a los riojanos hasta que en el minuto 18 llegó la cartulina roja a El Korchi por golpear a Isaías Guardiola en la cara.

Importante contratiempo para el Ciudad de Logroño, ya de por sí con un banquillo corto por la ausencia de Rivero. Juárez apareció en el centro del ataque riojano y acumuló minutos de calidad. Thiago Ponciano, por su parte, acudió al rescate de los suyos con dos goles consecutivos.

Tras una accidentada primera parte se llegó al descanso con dos goles de ventaja para los locales: 14-12. En estos treinta minutos los colegiados habían excluido a Carró y Bonanno por Nava y a Preciado, en dos ocasiones, Uríos y Ledo además de la tarjeta roja a El Korchi. Demasiado para lo visto en el parqué.

Por Nava, Nevado y Marugán asumían la responsabilidad anotadora mientras que el protagonista era Luis de Vega, bajo palos, que firmó siete paradas.

La segunda parte tuvo un nombre destacado por encima del resto: Pergel. El húngaro anotó todo lo que tiró (siete de siete) y además contribuyó en defensa, tanto en el centro como en el adelantado del 5-1.

Lo del Ciudad de Logroño fue un ejercicio de resiliencia. Poco a poco, detalle a detalle, los de Velasco se agarraron al partido hasta el final. Para el recuerdo el 27-27, logrado tras una asistencia de mucha calidad de Preciado y una rosca de Javi García.

David Cadarso también emergió en la segunda parte para ayudar al equipo con cuatro goles, aunque falló un contragolpe para ponerse por delante por primera vez desde el 0-2 además de un penalti en la fase decisiva del partido.

Preciado, otro de los destacados ayer, puso el 31-31 con un espectacular gol de espaldas a portería, en el aire, después de un empujón.

En el siguiente ataque Nevado puso el 32-31 en el electrónico. Y el resto ya lo conocen. Punto positivo para el Ciudad de Logroño, que tendrá que hacer mejor ganando el sábado que viene a Guadalajara en el Palacio de los Deportes.