El Ciudad de Logroño gana con agonía en Benidorm
Tercero consecutivo. ·
Un gol de David Cadarso de penalti con el tiempo cumplido permite a los riojanos celebrar un nuevo triunfo a domicilio en un choque igualadoCon nervios de acero, David Cadarso se acercó al punto de los siete metros para lanzar su penalti. Instantes antes se estaban por acabar los ... 60 minutos de juego y cuando Lucas Moscariello frenó de malas formas a Álvaro Preciado cuando el gallego iba a lanzar a bocajarro. Penalti y expulsión para el argentino. Fue entonces Cadarso, con su habitual tranquilidad y después de amagar un par de veces clavó el balón abajo, a la izquierda de Roberto Domenech. Triunfo final en Benidorm (29-30) en un encuentro en los que los detalles iban a jugar un papel relevante.
Y eso que la primera parte del Ciudad de Logroño fue de más a menos. Comenzaron los franjivino muy centrados, sobre todo en tareas defensivas con un Roly Uríos y Thiago Ponciano muy activos, frenando las incursiones de Sempere, Nacho Valles y Pablo Vainstein. En el área contraria, eran Preciado y Ponciano los que marcaban el ritmo anotador de un conjunto riojano que abría la primera brecha importante de tres goles en el décimo minuto (3-6).
A partir de entonces, el partido fue una goma en la que el Benidorm se acercaba a un gol y el conjunto dirigido por Velasco volvía a estirar las diferencias a los tres tantos. Las porterías no marcaban las diferencias y ambas defensas se empleaban a fondo. Iba a ser un partido en el que los detalles iban a contar. En ese sentido, el equipo logroñés recibió dos bofetadas bastante seguidas. La primera, un balón que lanzó Moscariello y que Ledo tocó con el pie y antes de que cruzara la línea de gol despejó. Los árbitros dieron gol, algo que desquició al de Lalín. Unas jugadas después, Modi anotó un tanto y los colegiados lo anularon al entender que estaba pisando el área (la retransmisión mostró que no había sido así).
Posiblemente por estas decisiones, los franjivino se descentraron y perdieron el control del partido. Los errores se empezaron a acumular con fallos en lanzamientos claros, pérdidas de balón en ataque y en transiciones rápidas, pases a la grada y desatenciones defensivas. El Benidorm olió la sangre y se fue al descanso con un 14-12 favorable.
La renta la ampliaron a los cuatro goles al poco de reiniciarse el choque con otro polémico tanto de Vila que anotó pisando el área. El Logroño tenía que resetearse. Y apareció Ledo frenando dos penaltis, Ponciano en su rol goleador y la defensa robando balones que permitieron goles fáciles. Los franjivino se metieron nuevamente en la pomada e incluso a mandar en el electrónico.
Pero Valles estaba empeñado en negarle el gusto a los riojanos, que en los minutos finales tuvieron que poner toda su personalidad para centrarse y llegar con opciones de victoria hasta el ataque final, que acabó en el penalti marcado por el extremo riojano.
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