Víctima de su debilidad defensiva

Y eso que el Clavijo comenzó activo en el Palacio Municipal de Huesca. Los de Serna quisieron cambiar el curso de la historia desde el inicio de las acciones con un parcial 0-5 gracias a la mano de Hrabar y Querejeta. Pero rápidamente el Huesca, que sí pudo contar con su entrenador Rafa Sanz -al que le concedieron una medida cautelar tras la polémica zancadilla por la que se le retiró la licencia federativa- se metió en el encuentro con el juego interior de Abdulsalam y la magia de Knowles.

A partir de entonces, el conjunto altoaragonés fue el que comandó el duelo, con pequeños parciales en los que se distanciaba de un Rioverde demasiado blando en tareas defensivas. Pero Arbosa, Hrabar y Faye mantuvieron a los suyos en partido hasta los últimos instantes del primer cuarto, aprovechados por el Huesca para abrir una brecha de cinco tantos (26-21).

El desastre llegó en el segundo cuarto. La fragilidad defensiva de los hombres de Serna quedó expuesta y Knowles supo ver los huecos para hacer daño. Apareció en el partido el exClavijo Rodrigo Gómez para ampliar la renta de los locales y Knowles (11 puntos en esa primera mitad) prácticamente sentenció las cosas antes del descanso (53-38).

Jorge Serna tenía mucho trabajo en vestuarios para dar con la tecla que solucionara los males del Clavijo, que se hacen todavía más evidentes cuando sale de la seguridad del Palacio. Como visitante, el Rioverde ha perdido los cuatro encuentros que ha disputado hasta el momento.

No hubo milagro. El Rioverde cometió los mismos errores de la primera parte: desatenciones defensivas, fallos en los pases y, sobre todo, falta de intensidad en ambos aros. Así, el Huesca, que aprovechó su superioridad para rotar a sus jugadores, entró en el último cuarto con una diferencia de 18 puntos (76-60).

Al final, con un gran Shelist en la pintura y unos acertados Knowles e Iglesias, el conjunto oscense controló las acciones para sumar un nuevo triunfo y dejar tocado al Clavijo.