Este Unibasket tiene un (buen) pase
Estreno triunfal. El conjunto logroñés se debuta en Challenge con una victoria en la que destacó el juego coral, culminado con 23 asistencias de canasta
El baloncesto FIBA poco tienen que ver con el de la NBA (y la WNBA). Y uno de los aspectos que más les separa es ... el apartado estadístico. La liga americana premia y promociona el espectáculo y parte de él son los 'highlights' (jugadas más espectaculares) y los números individuales. Dobles-dobles o triples-dobles son términos habituales tras terminar cada partido, algo bastante menos habitual cuando el encuentro en cuestión forma parte de una competición FIBA.
Hay un apartado en el que la distancia entre lo que uno considera que suma y lo que no es especialmente grande: la asistencia. Mientras que en la NBA la valoración como asistencia se rige por una regla más laxa en la que desde que se produce el último pase hasta la canasta pueden pasar muchas cosas, la FIBA exige que debe ser «un pase que lleve directamente a un compañero a anotar una canasta». En el segundo, la incidencia de la asistencia es directa en la anotación y, por tanto, su repercusión a la hora de analizar el partido es mucho más trascendente y sirve, entre otras cosas para valorar cómo un equipo ha compartido el balón en ataque.
Ylas 23 asistencias que el Bosonit Unibasket alcanzó en su victoria ante La Cordá de Paterna por 63-72 hablan muy bien del juego colectivo desplegado por las de Dani Rubio ante el equipo vinculado del Valencia Basket en el estreno de las logroñesas en la Liga Challenge.
No se podía soñar con mejor debut en la categoría que éste. Por el fondo y por la forma.
Comenzar con un triunfo, y encima fuera de casa, es un chute enorme de moral para un Unibasket que se ha marcado la decena de triunfos en la fase regular para no pasar apuros y obtener con solvencia la salvación. Uno ya está en el bolsillo gracias a la solidez mostrada por el conjunto capitalino. Ya adelantó Rubio que en la pretemporada se había conseguido una fortaleza impropia de esta fase de la temporada.
Era de esperar que a las riojanas les costase un poco hacerse a la categoría, pero desde el primer minuto en tierras valencianas mostraron que no necesitan periodo de adaptación. En defensa fallan poco, y en ataque es alentador para los amantes del baloncesto como deporte de equipo verles compartir el balón y buscar a la jugadora mejor posicionada para anotar. De ahí esas 23 asistencias, el tope de la jornada inicial.
A la cabeza de las mejores pasadoras de la Liga Challenge se ha colocado Mónica Alonso, con siete pases de canasta. Tenía claro Dani Rubio que la base madrileña debía dirigir al equipo sobre la cancha en el año del ascenso. Y su pupila no le ha decepcionado y ya produce desde su privilegiada posición para ser, una temporada más, esencial en el proyecto blanquivino.
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