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Irving (d) controla el balón ante Jeter.
La vía catalana
Baloncesto | Mundial

La vía catalana

La fase final de Barcelona decide el otro finalista del Mundial, con Estados Unidos como único favorito.

Luismi Cámara

Viernes, 5 de septiembre 2014, 18:11

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Mientras persiguen su gloria en Madrid, de reojo los componentes de la selección española mirarán hacia Barcelona. En la Ciudad Condal se va a resolver la otra parte del cuadro, aunque nadie duda de que concluirá con Estados Unidos viajando a Madrid para disputar el partido del domingo.

La duda está en saber quién acompañará a Mike Krzyzewski y sus hombres a la capital para participar en la final de consolación que definirá quién se cuelga la medalla de bronce.

Los NBA abren el festival de octavos de final, el sábado a las 16.00 horas, frente a sus vecinos mexicanos. Para la selección dirigida por el español Sergio Valdeolmillos el pase a la fase final ya es una recompensa a un buen torneo. El objetivo ahora es plantar cara a los todopoderosos miembros del vigente campeón. No será fácil, porque su gran estrella, Gustavo Ayón, anda renqueante tras sufrir una distensión en el hombro izquierdo que le impidió disputar el último choque de su grupo ante Corea del Sur.

El ganador de este cruce se vería las caras con el vencedor del Eslovenia-República Dominicana. El país caribeño alcanzó la tercera plaza del agitado Grupo C, el más incierto de los cuatro en la fase inicial ya que, salvo Estados Unidos, el resto de equipos contó con posibilidades reales de clasificación hasta la última jornada.

Por su parte, Eslovenia tiró por tierra en un cuarto el esfuerzo realizado durante cuatro partidos y gran parte del duelo final ante Lituania. Goran Dragic y compañía recibieron un parcial de 15-0 que les hizo pasar de soñar con la semifinal del Mundial a ver el oscuro panorama que se les presenta en cuartos y esta generación de jugadores brillantes ve cómo se les escapa otra buena oportunidad para hacer historia.

Todo lo contrario le sucede a los hombres de Jonas Kazlauskas, que se recuperaron del tropiezo ante Australia y siguen soñando con la medalla. La incómoda Nueva Zelanda será su primer escollo hacia una penúltima ronda en la que se encontrarían con 'Coach K'. El gen competitivo que acompaña a los lituanos les convierte siempre en un rival temible, al que es necesario dar la puntilla cuanto antes porque un mínimo respiro es suficiente para que se vuelvan a agarrar a cualquier partido.

La eliminatoria más igualada de esta parte del cuadro parece, en principio, la que van a disputar Australia y Turquía. Los otomanos han sido los únicos que, hasta el momento, han puesto en dificultades a Estados Unidos. En el encuentro de la liguilla inicial, Arslan, Savas, Preldzic y Ataman desde el banquillo mantuvieron el tipo durante tres cuartos y mostraron el camino a España de cómo superar a los estadounidenses en una hipotética final. Impusieron un ritmo de juego FIBA y no se suicidaron enganchándose al choque de ida y vuelta que suelen plantear Irving, Curry, Davis o Harden. Los turcos aspiran ahora a volver a verse las caras con el 'Dream Team' y soñar con repetir semifinal, como en la pasada Copa del Mundo, cuando alcanzaron la plata como anfitriones.

Los australianos, por su parte, han llevado una trayectoria irregular hasta el momento y una sorprendente derrota frente Angola -los eslovenos lo vieron más como un amaño de los oceánicos que como una remontada mágica de los africanos-, pero nadie les discute su calidad. Sale favorecido de los cruces y vuelve a ser ese 'outsider' que amenazaba con robar el protagonismo a los favoritos en los principales torneos internacionales.

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