Rendirse no es una opción
Homenaje. El Clavijo brinda una última victoria a su presidente, Juan Bernabé, en un día especialmente emotivo
Rendirse no es una opción. Era uno de los dogmas que Juan Bernabé hizo suyos durante su vida. Y ayer lo llevó a la máxima ... expresión su Clavijo en un día que mezcló tristeza en la despedida, ternura en el recuerdo y alegría en la victoria en un último adiós con triunfo. Era lo que el equipo quería brindarle a su presidente. Y lo consiguió en un disputado choque decidido en los instantes finales ante el Damex Udea Algeciras por 76-75 en un enfrentamiento de equipos con urgencias que se resolvió a favor de los locales con dos triples y mucho corazón en un desenlace inesperado.
Emoción, sensibilidad, lágrimas y también sonrisas, las que eran habituales verle a Juan Bernabé. Sonrisa. Es la palabra más empleada en los últimos días para recordar al presidente del Club Baloncesto Clavijo, fallecido el pasado viernes. El Palacio de los Deportes estaba preparado para homenajear al dirigente blanquiazul y vivió la mejor entrada de la temporada, con muchos jugadores, aficionados, autoridades y amigos dispuestos a despedir a Bernabé.
Los minutos del calentamiento fueron los elegidos por el club para visualizar el enorme cariño que el mundo del baloncesto riojano tenía por el dirigente deportivo. Entonces sí que las lágrimas rodearon la imagen del Juan Bernabé sonriente que mostraban todas las zonas de publicidad a pie de pista en dos minutos de silencio especialmente significativos.
Rioverde Clavijo
Hrabar, De Pablo (8), Querejeta (3), Savkov (11), Faye (15) -cinco inicial-; Arbosa (2), Ayesa (18), Kevin Torres (12), Orlov, Moreno (7) y Medina.
76
-
75
Damex Udea Algeciras
Cecilia (5), Vucica (15), Ikepze, Berni García (16) y González (3) -cinco inicial-; Orrit, Corraliza (13), Efambe (15), López y Rodríguez (8).
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Parciales 25-29, 42-45 (descanso); 54-57 y 76-75 (final).
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Árbitros Álvarez-Ossorio y López. Eliminados los visitantes Ikepze y Efambe.
Waldo intentó recuperar el ritmo habitual del partido con los temas musicales animados que el Palacio escucha antes de cada choque, pero no era partido para florituras y era difícil saber cómo entraría el equipo local en el choque después de los emotivos instantes previos. Lo hizo el Clavijo con un enchufado Faye que, tras su gran actuación en el último partido de la Copa España, lideró la ofensiva blanquiazul (ayer, de negro por su presidente) con siete puntos de los once de los suyos.
Los visitantes, por su parte, vivían de un extraordinario acierto desde el triple. Hasta cinco sumó en el primer parcial el cuadro algecireño, incluido el que cerró el cuarto sobre la bocina (19-24).
Ambos equipos no escatimaban en su ofensiva y el marcador disparaba sus guarismos. Ayesa sostenía con cuatro triples en la primera mitad al Clavijo. El equilibrio estaba presente sobre la pista pero era el Algeciras el que manejaba mejor sus momentos de iniciativa. De hecho, suya fue la mayor renta, cuando siete puntos seguidos le colocó con un favorable 36-42.
No hubo tregua tras el descanso. Había mucho en juego ya que ambos equipos viven una complicada situación clasificatoria. Las defensas se ajustaron y ya no se sumaba con tanta facilidad. Iban pasando los minutos y la responsabilidad pesaba cada vez más. Y era la veteranía visitante la que aprovechaba ese cuajo, junto a la superioridad en el rebote ofensivo, para seguir por delante ante un incómodo y atascado Clavijo (52-57). El tercer cuarto se cerraba con un 12-12 de parcial.
Despertó entonces la grada del Palacio para intentar animar a los suyos y ayudarles a conseguir la victoria. Pero los de Javier Malla gestionaban con solvencia su corta renta, con un ritmo que el ex del Clavijo Berni García marcaba a su conveniencia y con Efambe castigando bajo los aros.
Sufría el Rioverde, aunque no dejaba de luchar. Y su esfuerzo obtenía por fin recompensa (68-68). Pero los visitantes siguieron a los suyo y al Rioverde le pesaban los tiros libres fallados. El 70-75 a falta de un minuto parecía definitivo. Pero dos triples consecutivos de Miguel de Pablo (con una enorme recuperación posterior) y Ayesa colocaron de nuevo por delante al Clavijo (76-75) a falta de treinta segundos. El capitán, al que se vio muy afectado en el inicio, fue vital para un último brindis al cielo. Defendió Rioverde. Ganó el Clavijo. Un último triunfo para Juan. Agónico, eso sí, porque rendirse no es una opción.
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