Tondeluna cumple años
El restaurante de Francis Paniego en El Espolón, muy novedoso en su día, se inauguró el 9 de junio de 2011
El Día de La Rioja de 2011, Logroño asistía a la inauguración de un restaurante que era completamente diferente a todo lo existente hasta ... ese momento en la capital riojana. Francis Paniego venía a Logroño de la mano de su mujer, Luisa Barrachina, para abrir un local que trataba de rendir su particular homenaje a los bares logroñeses: «En cierta forma, es una barra horizontal de la que salen otras seis barras, lo que ocurre es que esas barras te permiten estar sentado», señala el cocinero de Ezcaray.
Precisamente esa disposición de la mesas del restaurante fue uno de sus signos de identidad y un hecho que le otorgó al restaurante un premio de diseño, pero también fue uno de los aspectos más controvertidos del local: «La gente ha hablado de bancos corridos, pero eso no es cierto porque siempre ha habido sillas individuales y muy cómodas, lo que eran corridas eran las mesas».
Esas mesas se han mantenido hasta hace unos meses, cuando tres de ellas se cortaron para hacer algunas más pequeñas. «Vimos ciertas reticencias que vienen desde el covid cuando compartir mesa empezó a cuestionarse. Incorporamos unas jardineras para separar espacios, pero bueno ahora, ya hemos dividido algunas mesas», señala el chef.
Tanto la disposición del local como la particular propuesta gastronómica resultó rupturista en Logroño
En el aspecto gastronómico también Tondeluna resultó un local rupturista. «Empezamos haciendo algunos platos que fusionaban la cocina local con la asiática. Yo creo que servimos el primer pan bao de Logroño, y teníamos, por ejemplo, elaboraciones de panceta con salsa wakame... pero eso ahora lo hemos dejado porque ya es más común», señala Paniego, quien afirma que todavía Tondeluna mantiene su espíritu vanguardista al hacer una cocina tradicional con toques modernos, «eso ahora es lo contemporáneo», y por ello, en la carta de Tondeluna no faltan platos como las croquetas de Marisa o la merluza a 45 grados, pero también la reinterpretación de los típicos macarrones caseros con nuestros macarrones rellenos de bechamel de chorizo».
El restaurante logroñés, cuya inauguración marcó un punto de inflexión en la hostelería local, ha llegado a dar de comer a 28.000 personas al año, aunque ahora está estabilizado en 20.000 servicios y ha albergado encuentros como los de 'Logroño es capital' con ponencias de los mejores cocineros del país. Pese a todo ello, Paniego reconoce que «no sé cuando», pero él se despedirá de Tondeluna «aunque espero que alguien lo coja para darle continuidad. Luisa y yo nos hacemos mayores, y nuestro sitio está en Ezcaray», afirma.
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