El producto y su receta
Albondigas en salsa de nuecesLas nueces son un fruto seco muy común
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Comensales
4
Categorías
Plato principal
Ingredientes
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400 g. de carne picada, 1 huevo, 20 g de pan rallado, 2 ramas de perejil, harina, aceite de oliva, sal, pimiento, 1 cebolla mediana, 2 dientes de ajo, 50 g de nueces, 100 ml de caldo de carne y 200 ml de leche.
Preparación
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En un bol se mezcla la carne, el huevo, sal y pimienta, el ajo y perejil picados y el pan rallado.
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Se deja reposar 10 minutos.
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Se pasa las albóndigas por harina y se fríen en una sartén con aceite. Una vez doradas, se retiran a un plato con papel absorbente.
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En la misma sartén se retira un poco de aceite y pocha la cebolla. Se añade el ajo y el perejil picados y se saltea un par de minutos.
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Se agregan las nueces picadas, el caldo y la leche deja cocer hasta que se reduzca.
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Se puede batir la salsa si se quiere más ligera.
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Se introducen las albóndigas en la salsa, se deja a fuego lento hasta que se integren.
Las nueces forman parte del grupo de los frutos secos, un tipo de alimento saludable, con numerosos beneficios para la salud y que, sin embargo, ... aún provocan cierto rechazo por su contenido calórico o la cantidad total de grasas en su composición.
Es cierto que se caracterizan por su alto valor energético y su aporte graso, pero eso no significa que no sean una opción excelente para la salud y para incluir en dietas saludables de control de peso.
Su alta densidad energética (aportan unas 600kcal por 100g) la convierte en un alimento que aporta muchas calorías en pequeñas cantidades, por lo que se pueden usar en dietas cuyo objetivo es el aumento de peso, evitar la desnutrición o incluso bajar de peso por su efecto saciante en raciones de apenas 25-30g.
La mayor parte de sus grasas son poliinsaturadas, es decir, las llamadas «grasas buenas» que ayudan a mantener la salud cardiovascular, regulando los niveles de colesterol.
Su alto contenido en ácidos grasos omega 3 y antioxidantes se relaciona con una mejor función cognitiva y una protección frente al deterioro neural.
Los polifenoles presentes en la nuez combaten el estrés oxidativo (previenen frente a la degeneración de nuestros tejidos y muerte celular) y regulan los niveles de glucosa en sangre, además de ayudar a evitar procesos inflamatorios.
Destaca su contenido en vitaminas B6 y E, que intervienen en el metabolismo de los nutrientes, y tienen efecto antioxidante. En cuanto al aporte mineral, abundan el magnesio, el fósforo y el cinc. El magnesio nos ayuda a regular la actividad metabólica, aportándonos energía suficiente y favoreciendo la recuperación muscular.
El consumo de nueces puede ayudarnos a combatir la ansiedad y los problemas derivados del estrés, el insomnio... ya que contiene triptófano, un aminoácido esencial, precursor de la serotonina, hormona conocida como la de la felicidad, que regula el estado de ánimo, el apetito, y la respuesta al estrés.
Las nueces pueden consumirse como un snack entre horas o usarse en innumerables recetas, tanto dulces (bizcochos, panes, brownies...) como saladas (salsas, rellenos, rebozados...)., además de usarlas como bebida vegetal, aceite o topping de ensaladas o postres.
Incluir este alimento en la dieta diaria, puede aportar numerosos beneficios.
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