La última gran historieta de Rodil
Fernando Rodil dona a la Biblioteca de La Rioja su colección de cómics, que supera los 45.000 ejemplares, los más antiguos de finales del siglo XIX
Tras cincuenta años de coleccionismo –desde que siendo estudiante en Valladolid adquirió en el rastro de Cantarranas un ejemplar del 'Capitán Trueno' por 50 céntimos de peseta–, Fernando Rodil atesora una vasta y preciada colección de tebeos y cómics. Un patrimonio de ilustraciones y viñetas en papel que acaba de donar a la Biblioteca de La Rioja y que supera los 45.000 ejemplares, reunidos muchos de ellos en 2.500 colecciones completas. Él, sin embargo, los contabiliza en 120 metros lineales de estantería.
Este patrimonio –también mérito de su mujer, Julita Sanz– es fruto de «50 años de colección, de estudio, de análisis... pero también de satisfacción. 50 años que me han servido como terapia para relajarme del trabajo quizás demasiado absorbente que tenía», reconoce este referente nacional del mundo del cómic (género que en su versión para el público infantil conocemos como tebeo).
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Este lunes, Día del Cómic y el Tebeo, Fernando Rodil ha anunciado su donación a la Biblioteca de La Rioja junto al director de esta última, Josu Rodríguez, y el director general de Cultural, Roberto Iturriaga. Lo ha hecho rodeado de algunos de los ejemplares de su colección, como un número de 'Madrid cómico' de 1898; clásicos de la aventura como 'Capitán Trueno' o 'Roberto Alcázar y Pedrín'; cuentos infantiles Tilín, o revistas de humor que han pasado por el tamiz de la censura como 'La Codorniz' o 'El Víbora'.
La variedad de géneros en este patrimonio es amplísima: aventura, fantasía, bélico, negro, biográfico, ciencia ficción, humor.... y, como apunta Iturriaga, «ahora tenemos la importante labor de organizarlo y de mantenerlo en condiciones de seguridad y de conservación. Y, por último, de ponerlo a disposición de los investigadores y del público en general». Aunque esto último –advierte el coleccionista– será sin sacar los ejemplares de la biblioteca y con las oportunas medidas de seguridad, no vayan a correr la misma suerte que los mapamundis de Ptolomeo en la Biblioteca Nacional, bromeó.
Entre las joyas de su colección, Fernando Rodil menciona la tercera edición del TBO, que arrancó en 1952 y reúne 2.508 números. Únicamente le falta un número –el 2.448–, así que aprovecha para dar la voz de aviso por si alguien lo encuentra.
También destaca por su antigüedad y buen estado de conservación la revista infantil 'Aventurero' (1935), «con la que por primera vez que los héroes americanos vienen aquí». Desde el punto de vista histórico considera interesantes 'Flecha' (1937) y 'Pelayos' (1936), títulos promovidos por franquistas y requetés respectivamente, y que acabarían fundiéndose en 'Flechas y Pelayos'.
El cómic riojano también abunda en su colección con autores como José Manuel Pajares, «el primer autor que hizo una historieta que se editó desde Logroño para toda España» –explica– o el prolífico calahorrano Ángel Julio Gómez de Segura, que firmaba como Beaumont. Entre los más actuales, Enrique Cabezón, Pedro Espinosa o Jesús Redondo.
La Biblioteca abre un espacio dedicado al cómic
En estos momentos, Fernando Rodil se encuentra catalogando su colección, algo que «me está costando media vida, pero voy poco a poco y disfrutándolo», asegura. Comisario de distintas exposiciones sobre cómic en nuestra comunidad, desde hace años también comparte su pasión por este género a través del club de lectura que mensualmente dirige en la Biblioteca de La Rioja. Precisamente en esta Biblioteca se está acondicionando un espacio dedicado al cómic, más relajado y distendido que el resto (su techo ya luce con ilustraciones) y que se abrirá al público el próximo mes de abril.
