'Sonic Portraits', para pensar con las orejas

La 'música conceptual híbrida' -como define este género Ekho- es una música que aporta conocimiento. Basada en un concepto precedido de estudios filosóficos, antropológicos y sociológicos, en ella se hibridan la IA, la música electrónica, el paisaje sonoro, la voz y distintos recursos musicales para acabar resolviéndose en «una invitación a pensar, pero a pensar con las orejas».

De las cuatro piezas que arman 'Sonic Portraits', la más especial ha sido sin duda 'Miraculum', creada ex profeso para Actual y para La Rioja, y basada en Gonzalo de Berceo y sus 'Milagros de nuestra señora'. Un puñado de voces blancas del conservatorio Eliseo Pinedo y de la escuela Píccolo y Saxo, repartidas entre el público, se han elevado sobre el auditorio para introducir esta obra con la cantiga 100 de Alfonso X el sabio, dedicada a Santa María. A partir de ahí, y una vez inmersos en el monasterio emilianense de Yuso y en el Valle de San Millán a través de los sonidos de sus campanas, las oraciones de sus monjes, el agua del Cárdenas o los cencerros del ganado, Gonzalo de Berceo ha tomado la palabra (en la voz de Jesús Rodríguez Velasco) para relatar el momento en el que «yendo en romería / caecí en un prado», capítulo introductorio de su libro.

Pero no ha sido con Berceo, sino con el rapero y actor barcelonés Leïti Sène con quien se ha abierto el concierto. En 'The right way', la IA ha procesado sus orígenes senegaleses, sus temas y referentes musicales, su espiritualidad… para devolver una composición de ocho minutos donde los sonidos urbanos conviven con instrumentos africanos como la kora y el djembé o con las bases electrónicas. En esta inmersión en el universo de Sène el público ha permanecido cegado por un antifaz.

Sobre los límites de lo que se puede decir y lo que no, sobre el silencio, versa el 'Tractatus Logico-Philosophicus' del filósofo vienés Ludwig Wittgenstein, en el que se basa la pieza 'Schwigen' y donde la improvisación de un piano pone la banda sonora a la proyección de sucesivas imágenes de personas (algunas de La Rioja) con un dedo en la boca, en el gesto de silenciar.

Ekho, grupo de investigación sonora de la Universidad de Barcelona, ha cerrado su concierto con 'Yoko Ono's Suite', obra que nace del estudio de las obras conceptuales y performativas de la artista japonesa. Y en este caso concreto, de aquella en la que se deja cortar la tela de su vestido por los espectadores en una demostración de vulnerabilidad, la misma que ayer emularon Magda Polo (al frente de Ekho) y su equipo dejando sus trajes en manos, y en las tijeras, del público. El concierto enfiló su recta final por paisajes sonoros de Tokio, Londres y Nueva York, y con los gritos asociados a las performances de Yoko, gritos de provocación y protesta en clave feminista, que no de locura. También el público femenino pudo participar en 'Sonic Portraits' con su propio grito, que pasará a formar parte de futuros 'retratos sonoros' de Ekho.