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Jean-Michel Jarre. AFP
«Para mí, crear es una adicción»

«Para mí, crear es una adicción»

A sus 70 años, Jean-Michael Jarre, leyenda de la música electrónica, lanza 'Equinoxe Infinity', la secuela de un disco que ya tiene cuatro décadas

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Miércoles, 7 de noviembre 2018, 23:17

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Cinema Palace, en el corazón de la capital de Europa. Son las 16:50 horas. En la última fila de una vacía y coqueta sala de cine, un tipo vestido completamente de negro, con gafas oscuras, talludito ya pero en perfecto estado de revista, mira fijamente la pantalla de su ordenador. Se mueve con soltura sobre teclado y 'trackpad' aunque la luz es tenue. La aportan discretos chorros en tono cálido y el brillo de una imagen fija que se proyecta ante él. En la 'tela' tres criaturas de piedra, con una suerte de prismáticos, le observan atentamente. Como el periodista, que se ha colado allí antes de tiempo. Inducido. Está ante Jean-Michel Jarre, una leyenda de la música, el maestro del teclado electrónico y de los sonidos futuristas.

Ha vuelto con un nuevo álbum, 'Equinoxe infinity', la secuela del mítico 'Equinoxe' (a secas) que lanzó hace 40 años. El compositor francés, que ha entrado ya en los setenta, y al que muchos recuerdan por fascinantes conciertos ante cientos de miles de personas en París o Houston, sigue maquinando nuevos sonidos porque, «para mi, hacer música y ser creativo es una adicción; es parte de mi ADN».

Así que «¿por qué debería parar cuando estamos viviendo una época tan excitante?». De eso va su último trabajo, diez pistas o movimientos, con los que pretende dibujar «dos posibles escenarios» de un futuro (siempre futuro) marcado por la tecnología y la inteligencia artificial. En 'Equinoxe Infinity' hay pop. Pero también esos sonidos orgánicos (voces, agua, viento...) modificados que el artista utiliza para meterte en un ambiente en el que máquinas, humanos y medio ambiente, coexistan. Se funden con las notas electrónicas que Jarre estrangula para pasar de un mundo con luz a otro lúgubre, casi apocalíptico. «Porque ese escenario también es posible», remarca.

Los diez temas sonaron este miércoles en el Cinema Palace de Bruselas acompasados con las dos imágenes (cada una de ellas con animación cíclica, a modo de 'gif') que el artista ha elegido como portadas del disco. En ambas son protagonistas los 'watchers' (observadores); esas criaturas a las que nos hemos referido al principio. Han sido actualizadas por el artista gráfico Filip Hodas sobre la creación original del pintor Michel Granger, que desarrolló la 'cover' del 'Equinoxe' de hace 40 años. El comprador recibirá aleatoriamente una u otra porque «al final no sabemos cuál es el futuro que nos espera».

Este último trabajo de Jarre forma parte de esa etapa creativa que comenzó hace años tras «repensar y reorganizar» su vida después de atravesar una fase personal «oscura» por al fallecimiento en un corto espacio de tiempo de «personas muy cercanas y queridas». Es un tipo activo e implicado (medio ambiente, derechos de autor... ) y con opiniones firmes como que el boicot cultural (no político o económico) a Arabia Saudí podría conllevar «una mayor radicalización». ¿Visionario?

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