Impresionante despedida del 5º Festival Lírico Lucrecia Arana, con esta selección de Carmen tan intensamente cantada y expresada! Es difícil describir las sensaciones tan penetrantes ... y vivas que fueron capaces de transmitirnos estos tres excelentes artistas, en el hermoso y recogido salón del Círculo Logroñés, con intervenciones semiescenificadas y, a veces, interactuadas con el público. El caso es que nada hacía presagiar ese auténtico huracán musical tras una primera parte tan delicadamente francesa, comenzando con el aria de 'L'enfant prodigue' de Debussy bellamente cantada por el tenor Noval-Moro, resaltando esas sutiles atmósferas impresionistas que la adornan, o la poética 'Pourquois me réveiller' del Werther de Massenet o la dolorida aria final del Romeo et Juliette de Gounod, en las que el tenor mostró su riqueza de canto aportando matices y detalles valiosos. El pianista Rinaldo Zhok mostró su 'Passion française' con la deliciosa 'L'isle joyeuse' de Debussy, con sus delicadas filigranas sonoras de claro virtuosismo y el primero de los Cantos del Rin de Bizet, 'L'aurore', desgranado con transparencia cristalina.
La mezzo Anna Gomà sólo intervino en la primera parte con la breve aria de las lágrimas del Werther de Massenet, sentidamente cantada, como si se tuviera que reservar para la intensa segunda parte, de homenaje a Bizet en el 150 aniversario de su muerte y también del estreno de su gran ópera, Carmen, una de las obras más queridas de todo el repertorio operístico. Así que la espectacular segunda parte arrancó con la animada obertura de Carmen a cargo del pianista, dando paso a la archiconocida habanera 'L'amour est un oiseau rebelle', a la que Anna Gomà supo dar un ardiente cariz sensual y seductor con su magnífico canto y su deslumbrante actuación teatral, que prácticamente metía al espectador en medio de la acción. Y en ese clima de intensidad emocional y lírica continuó la amplia selección de las escenas donde intervienen Carmen y don José, con un derroche de calidad vocal y expresividad escénica asombrosa: la preciosa seguidilla 'Près des remparts de Séville' cantada con el garbo preciso y el conmovedor dúo de la seducción que le sigue, o la canción bohemia, a ritmo infernal, o más especialmente en el largo y desgarrador dúo del segundo acto 'Dragon d'Alcalá' y en el impresionante y pasional dúo final de la muerte de Carmen. Anna Gomà es un verdadero 'animal escénico' que maneja magistralmente todos los recursos para expresar hasta el más mínimo detalle del rico personaje de Carmen: expresión facial y corporal, danza, gestualidad, movimientos y ademanes. Esto, unido a su excelente línea de canto, da una riqueza especial a su versión de Carmen, como nunca había visto.
Tampoco le anduvo a la zaga el magnífico tenor Juan Noval-Moro, con una intensa y verosímil introspección en el atormentado personaje de don José, espléndidamente cantado y escenificado, brillando en la arrebatadora aria de la flor, cantada 'a flor de labio' y luciendo matices y pianísimos de gran belleza. No es fácil ver una pareja de cantantes tan entregados e implicados en es tos dos extraordinarios personajes operísticos tan opulentos musical y teatralmente. ¡Un privilegio! Rinaldo Zhok aportó una sólida base musical a todo el espectáculo, tanto como solista como en el acompañamiento, y algunos pequeños deslices no empañaron su excelente interpretación. Gran final para este 5º Festival Lírico Lucrecia Arana de altos vuelos.
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