La Filmoteca Rafael Azcona concluye su corto pero muy nutritivo ciclo 'Miradas del cine español' con la proyección de la película 'Polvo serán' ( ... 2024), de Carlos Marques-Marcet, que se podrá ver a partir de las 19.30 en la sala Gonzalo de Berceo. Drama intimista acerca del suicidio asistido. Un hermoso epitafio, filmado con un talante atrevido, en clave musical, que te deja fascinado.
Esta película del joven realizador catalán –autor, entre otras, de 'Los días que vendrán' (2019)– fue el largometraje que abrió la competición en la 69 edición del festival de cine de Valladolid. En la Seminci obtuvo la Espiga de Plata y la mención especial del jurado para su pareja protagonista, Ángela Molina y Alfredo Castro. Entre otros premios ganó el Feroz Arrebato de ficción concedido por la AICE (Asociación de escritores cinematográficos de España). Por lo tanto, es una pieza exitosa, con abundantes reconocimientos y distinciones, que deja una estela de cariño y ternura a pesar de abordar un tema riguroso y delicado como la muerte. Un asunto crucial que ha sido objeto de atención y tratamiento desde distintos enfoques por parte de cineastas de diversos estilos atraídos por el fin de la vida. Este último año, entre citas festivaleras y estrenos comerciales han coincidido un puñado de títulos en cuyos guiones y dispositivo visual las enfermedades terminales y el fallecimiento eran cuestiones troncales. Parecía que en vez de escribir reseñas redactábamos obituarios.
Casualidad, el pasado fin de semana llegó a la cartelera de cine, no a La Rioja, aunque se vio en Actual 2025, la última obra del combativo cineasta griego Costa-Gavras, 'El último suspiro' (2024), que acomete la ayuda asistencial y paliativa a los enfermos terminales desde una perspectiva empática y filosófica. Entre su reparto figura Ángela Molina, dando vida a una gitana con una dolencia incurable, quien acude al amigo/médico a por una solución rápida. El mismo remedio que su personaje de Claudia, junto a su marido Flavio (Alfredo Castro), buscan en Suiza, en una escena entre hermosa y escalofriante. No os la perdáis.
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