La belleza de lo marginal, la poesía de lo efímero
Piezas fragmentadas, humildes y desechadas sustentan la 'breves bellezas muertas' que Francisco Gestal expone hasta el día 23 de diciembre en la Casa de los Periodistas
Con cierta intención 'frankensteiniana' recupera Francisco Gestal Tofé lo que está tirado en los márgenes para hacer que vuelva a cobrar vida propia, en unos ... casos más feliz y en otros, más desgraciada. Pero en cualquier caso, más bella y poética.
Sus últimos hallazgos, siempre objetos humildes, sin uso y a menudo deteriorados por el tiempo, dan forma a la exposición 'breves bellezas muertas' que acaba de inaugurar en la Casa de los Periodistas (plaza San Bartolomé, 5) y allí continuará hasta el 23 de diciembre. Su título coincide con un verso de Juan Manuel Flores popularizado por Lole y Manuel, y rubrica la instalación en la que reúne 180 de estas naturalezas muertas; de collages a modo de portadas de libros de bolsillo (tamaño Alianza Editorial, concreta el autor).
Esta referencia gráfica de Gestal a las librerías tiene también su versión discográfica en las 16 carátulas de la instalación vecina. Entre ambas, un puñado de 'Cuadernos' que comenzó a crear durante la pandemia y en los que reutiliza viejas agendas telefónicas, su última agenda de trabajo, cuadernos de arte, de universidad, de hoteles... para atrapar en sus páginas intervenidas periodos de tiempo o asuntos monográficos.
El papel cobra así más protagonismo que en cualquiera de las cinco anteriores exposiciones de Francisco Gestal. Un papel que convive en esta exposición con esculturas y cuadros creados con herramientas y chatarra, con plantas, cera de abeja y madera, con envases, manufacturas, resinas... y con objetos de todo tipo. «Algunos llegan a casa a través del buzón; otros los encuentro en los caminos, en talleres de artistas, en lugares poco frecuentados», nos explica.
Una fe de vida
Pero para Gestal no todo vale. «Decía Walter Benjamin que solo vemos lo que nos mira. Hay un proceso de educación de la mirada que te lleva a ver determinadas cosas, y ese es un proceso muy personal». Su mirada se enfoca en el universo bibliográfico, el arte, la naturaleza, en el paso del tiempo... para brindar un arte que entiende como un autorretrato porque «al final nos manifestamos en las cosas que hacemos». Así nos lo traslada este artista tardío, aunque siempre rodeado de arte (durante más de 30 años gestionó la Sala Amos Salvador y la actividad cultural del Ayuntamiento).
¿Por qué artista? «Lo haces por amor propio y quizá como una fe de vida, para que se sepa que sigues estando vivo y haciendo cosas que nos van a sobrevivir».
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