Borrar
La violinista Ina Tur Bonet. :: J.M.
UN ESPLÉNDIDO CICLO CON EXCEPCIONAL COLOFÓN

UN ESPLÉNDIDO CICLO CON EXCEPCIONAL COLOFÓN

EDUARDO AÍSA

Domingo, 16 de septiembre 2018, 23:45

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Nuevo ciclo de música antigua en Logroño y nuevo festival de sonoridades medievales, renacentistas y barrocas, con su público fiel y entregado. En esta vigésima edición el nivel ha sido alto, aunque lógicamente irregular, con un amplio espectro temporal desde los cantos litúrgicos bohemios de pleno medievo hasta el barroco tardío de Vivaldi.

Abría el ciclo el grupo Speculum con un arriesgado programa basado en mujeres compositoras de los siglos XVI al XVIII, desconocidas para el público. La propuesta era de calidad con unos intérpretes espléndidos encabezados por el gran Ernesto Schmied, todo una institución en música antigua, que aportaba su virtuosismo con las flautas junto al solvente tiorba Ramiro Morales y la estupenda María Alejandra Saturno al violoncello. La soprano Mariví Blasco tenía un protagonismo especial en este concierto y demostró dominar todos los recursos del canto renacentista y barroco, con una voz bella y bien manejada, si bien con diferente color en sus diversos registros. Un muy buen concierto al que solo le faltó un poco de chispa, de vitalidad, quizá lastrado por el tipo de obras interpretadas.

Los Ministriles de Marsias, que cumplían 20 años como la propia Semana, sí que aportaron esa gracia con un precioso programa de excelente música renacentista española, Flecha, Peñalosa, Cabezón, Correa de Arauxo, etc. que nos desgranaron con garbo, con virtuosismo y con un estilo impecable. Fue un disfrute todo el concierto, incluso cómo presentaron sus instrumentos originales. No quiero destacar a ninguno de ellos porque todos demostraron una excelencia soberana y culminaron uno de los mayores éxitos en este ciclo.

El miércoles se presentaba el grupo vocal femenino checo Tiburtina Ensemble con un duro programa integrado en su totalidad por cantos litúrgicos bohemios del siglo XIII. El grupo tiene una gran calidad vocal con una preparación exquisita a cargo de su directora Barbora Kabátkova. Daba gusto ver la gestualidad de la dirección en la que parecía modelar manualmente los sonidos. Para disfrutar este grupo me hubiera gustado oírlas en un repertorio más variado.

Y llegó el final, esperado con expectación dado el prestigio de la violinista ibicenca Lina Tur Bonet, una referencia absoluta en el mundo del violín barroco especialmente. No hay palabras para describir el fuego, la intensidad y la gama de sonoridades que Lina y su fenomenal grupo Música Alquémica son capaces de desatar en sus interpretaciones. El programa se apoyaba en el gran Antonio Vivaldi, lo cual ayuda enormemente a triunfar (siempre que seas un virtuoso extremo, un fenómeno del violín, claro). Efectivamente la arrancada de la obertura 'La Olimpiada' ya nos dejó constancia de la impresionante calidad de estos intérpretes: un barroco espectacular de concepción y ejecución, totalmente modélico. En la primera parte hubo un momento mágico que encendió al público que fue la deslumbrante versión del Concierto para violonchelo RV 414 con todo el grupo en plan volcánico y la impresionante ejecución del solista Mauro Valli. La segunda parte fue inenarrable con dos conciertos para violín de extrema dificultad en los que Lina Tur Bonet dejó el sello de su impresionante magisterio al violín, superando con autoridad unas cadencias casi imposibles y consiguiendo unas sonoridades únicas. Su grupo también rozó la perfección contagiado de excelencia. Este concierto quedará grabado a fuego en nuestra memoria y figurará en los anales de las veinte Semanas de Música Antigua en uno de los puestos más destacados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios