Enrique Téllez reivindica la música en el estudio crítico de la Historia
El musicólogo riojano presenta un nuevo trabajo de investigación desde Fernando VII hasta Franco y la Transición
La música como elemento para el estudio crítico de la Historia siempre está presente en su trabajo. El musicólogo riojano Enrique Téllez hace nuevos avances en este sentido en el libro 'Música, Historia y Política. Aportaciones musicales al análisis historiográfico' (Edictoràlia). Lo presenta hoy en el Círculo La Amistad (a las 19.00 horas), dentro de la programación del Ateneo Riojano, acompañado por el escritor y periodista Marcelino Izquierdo Vozmediano.
Este libro es una compilación de textos propios editados en diversas publicaciones entre 2014 y 2023. Además de una ponencia y tres artículos revisados y ampliados, cuenta con un extenso aparato documental que consta de 116 piezas, muchas de ellas originales e inéditas (fotografías, documentos oficiales, partituras manuscritas, hojas volantes...).
La investigación abarca desde el régimen absolutista de Fernando VII (s. XIX) hasta la dictadura militar de Franco y la Transición (ss. XX-XXI). Hay protagonistas como Riego, Pau Casals, Carlos Palacio y Rafael Pérez Contel, «artífices, creadores o inspiradores en sus distintos campos profesionales y/o artísticos de propuestas dirigidas a intervenir en la dirección política de la nación», afirma el autor.
En su trabajo «adquiere especial relevancia la consideración de la música como un elemento del discurso historiográfico y con plena capacidad, al igual que otras expresiones artísticas, de actuar como sistema vertebrador de la narración histórica».
Algunas de las partituras estudiadas rememoran «existencias trágicas propias de tiempos convulsos», cuyos ecos llevan a Téllez a una reflexión sobre sus circunstancias y a una advertencia sobre sus consecuencias.
«El ejemplo y la conciencia cívica de quienes denunciaron la barbarie –sostiene– deben ser considerados estímulos para la desautorización moral tanto de aquellos que prefirieron colaborar en su comisión o inhibirse ante ella, como de los que, décadas después, optan por ignorarla, negarla o, incluso, asumen sus postulados y su simbología. Su objetivo es recuperar políticas de exclusión y exterminio en distintas partes de Europa y de otros continentes. El genocidio del pueblo palestino es buena muestra de ello».