Eduardo Sáenz de Cabezón | Premio CSIC-Fundación BBVA a la difusión del conocimiento científico
«Intento restar solemnidad a lo que cuento, pero sin perder el rigor»El riojano ve el galardón como un espaldarazo para continuar con la divulgación «y llevarla a ámbitos a los que no ha llegado todavía»
Eduardo Sáenz de Cabezón utiliza el humor y un estilo desenfadado y popular para hacer llegar la ciencia y las matemáticas al mayor número de ... oyentes posible. Una labor por la que recientemente ha recibido uno de los premios que el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación BBVA entregan a aquellos que contribuyen a la difusión del conocimiento a la sociedad. Galardón que incluye una dotación de 40.000 euros y que sirve para refrendar ese modo de contar las cosas que el riojano practica y defiende.
– ¿Qué supone para usted recibir un reconocimiento de estas características?
– Es una alegría muy grande. También es un honor porque las personas que lo han recibido antes que yo hacen una labor impresionante en el campo de la divulgación científica en España. Por último, pienso que supone el reconocimiento a un estilo concreto que es el que he practicado durante los últimos once o doce años.
– ¿Cómo definiría ese estilo del que habla?
– Intento restar solemnidad a lo que cuento, pero sin perder rigor. Es un empujón inicial para llevar la ciencia a todo el mundo y, para lograrlo, usamos un tono más desenfadado o divertido.
– Para explicar este camino se ha usado el término 'divulgación de trampolín'. ¿Qué engloba ese concepto?
– Es despertar la curiosidad de la otra persona. Supone hacer una divulgación cercana, con ganchos basados en los intereses que el público ya tiene de antemano. De esta manera, se construye una especie de lanzadera que puede despertar el interés por el estudio de esas materias e incluso vocaciones científicas.
– Usted, en todo este recorrido, ha explorado numerosos medios: teatro, televisión, libros... ¿Le queda alguno por tocar?
– Quedan posibilidades por explorar. Por ejemplo, nunca me he centrado en los niños y, sin embargo, muchas de las cosas que hago son consumidas por la gente de menos edad. Quizás dirigirme de forma específica a ellos pueda ser algo chulo. Aparte de eso, me queda mucho por hacer en el ámbito audiovisual; hay formatos que no he trabajado y, quién sabe, algunos pueden estar aún por inventar, como pasó con los monólogos científicos.
– Usted se apoya en herramientas como YouTube, ¿cree que las redes sociales pueden ayudar a acercar a un público más joven a las matemáticas o la ciencia?
– Joven, sí, pero adulto también. Aprender a usar las redes sociales para la comunicación de la ciencia es importante y, más aún si les damos contenido que se salga de lo habitual.
– ¿Se ha encontrado con voces críticas dentro del mundo científico por su manera de divulgar?
– Ninguna relevante. Es posible que haya gente a la que le parezca que no es serio, pero nadie me puede tachar de hablar con superficialidad porque yo me dedico a esto, soy científico en activo y este es mi trabajo. Cuando hablo de una forma más ligera no es por no contar con un conocimiento profundo, sino por parecerme el modo adecuado de llegar a la gente. De cualquier manera, más que críticas suelo recibir apoyos por parte de mis compañeros y, de hecho, uno de los más importantes a la hora de optar a este premio fue el de la presidenta de la Asociación de Matemáticas Española.
– De los palos que ha tocado, ¿alguno le atrae especialmente?
– Lo que más me gusta es cuando tengo al público delante. Sé que entraña riesgos, pero es más fresco y se establece una comunicación más directa. Proporciona un impacto muy bonito, no sé si mayor o menor que otros formatos, pero sí diferencial.
– El premio que le han otorgado incluye una gratificación económica de 40.000 euros. ¿Le da más valor a esa cuantía o a lo que representa el galardón?
– Lo que supone es importante y, en cuanto al apoyo económico, de aquí a un tiempo veréis en qué lo voy a emplear. Esta es una oportunidad de continuar con la divulgación y quiero llevarla a ámbitos a los que no ha llegado aún. El dinero del premio lo emplearé en eso.
– Algo ronda por su cabeza...
– Sí, pero de momento no se puede contar.
– Aparte de eso, ¿qué retos tiene el horizonte?
– Seguir con la divulgación como la estoy haciendo ahora. Más a largo plazo me gustaría contribuir a enriquecer a la comunidad matemática de habla hispana. Que podamos generar oportunidades para aquellos que tienen talento matemático.
– Y en la divulgación, así como en la vida, ¿qué papel juega el humor?
– El humor juega tres papeles. Ayuda, por un lado, en la resolución de conflictos, tanto entre personas como internos. También genera un código común y de comunidad y, por último, rompe con esa solemnidad que en ocasiones genera distancias entre personas. Esos papeles valen tanto para la vida como para la divulgación científica porque aún existe cierta distancia entre la sociedad y el mundo de la ciencia.
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