Danza internacional a ritmo rural

Sus anfitriones han sido Zuriñe Benavente e Ignacio Monterrubio, y su lugar de trabajo, el espacio Como pez en bicicleta, sede del proyecto con el que esta joven pareja (tanto en lo artístico como en lo personal) trata de poner en valor la creación, el intercambio cultural, la mujer y el mundo rural. Ayer, el público pudo disfrutar allí mismo del trabajo final de La Cerda y Other Side dentro de la programación de Rioja en Danza, festival que Zuriñe e Ignacio acaban de poner en marcha y que tendrá una programación continuada y abierta a la danza, la música, las artes escénicas, a talleres de formación y residencias artísticas.

Aunque ella es bailarina y él músico, sus propuestas son difíciles de catalogar. «Somos muy libres y nada convencionales a la hora de crear. Lo mismo estamos bailando sobre una música experimental que de repente me pongo a cantar un bolero; ese hibridismo está muy presente en nuestro trabajo y por ahí entra más fácil el público», explica Benavente.

Juntos fundaron la compañía Altraste Danza en 2014 y desde 2017 dirigen también el festival Danzálava en el Museo Artium de Vitoria, su ciudad de residencia hasta que hace seis años decidieron irse a vivir a un pueblo. ¿Por qué a Galbárruli? «Por una cuestión económica –apunta él–. En el País Vasco los precios eran inasequibles y llegamos aquí a través de nuestro percusionista».

Durante los primeros años en La Rioja Zuriñe viajaba mucho dada su colaboración con compañías internacionales, «pero llegó la pandemia, momento que coincidió con mi maternidad (tuvo a Noa y, hace unos meses, a Luca), y se me hizo una bola emocional y sentí la necesidad de tener aquí un sitio de trabajo». Así fue como en 2021 se hicieron con una nave-almacén en el centro del pueblo para convertirla en el espacio Como pez en bicicleta, título extraído de una frase de la feminista Gloria Steinem: «Una mujer necesita un hombre como un pez una bicicleta», o sea, nada. «La recogimos porque una de las claves de nuestro proyecto es el apoyo a lo rural y a la mujer», aclara Ignacio. En este espacio trabajarán esta próxima semana como Altraste Danza para, el día 31, presentar su compañía al público, actividad con la que Rioja en Danza cierra la programación de marzo.

Ya en mayo, recibirán la visita de la coreógrafa americana Meg Stuart (en 2018 recibió el León de Oro a la Trayectoria en la Bienal de Venecia) y del francés Mark Tompkins. En septiembre contarán con la portuguesa Vera Mantero y en diciembre, con la italiana María Scaroni.

Aunque Zuriñe Benavente es donostiarra e Ignacio Monterrubio mirandés, dicen encontrarse muy a gusto en La Rioja. «A nivel de danza contemporánea no somos muchos, pero también se puede ver como algo positivo porque hay mucho que hacer. El apoyo que se nos está dando es muy bonito porque somos algo novedoso».

Hasta ahora han danzado en el espacio Como pez en bicicleta y en la iglesia de Galbárruli, y sus conciertos de música –en los que se presentan como Sira Coel– han tenido lugar en su propia casa y en la iglesia románica de Castilseco. «En La Rioja hemos comprobado que la gente tiene ganas de encontrarse, cosa que no ocurre en otros lugares. Tener público en el País Vasco o en otros lugares está siendo algo muy complicado hoy en día, no sé por qué. Aquí hemos tocado dos veces en la iglesia con todo lleno y en nuestra casa con 25 personas y sin hacer publicidad», concluye Zuriñe.