El Bosque de la Danza suma doce árboles

Una veintena de alumnos del colegio 7 Infantes han ejercido de artistas y jardineros, no sólo interpretando distintas coreografías sobre temas de los Beatles, sino plantando los nuevos árboles en este bosque de 3.000 metros cuadrados que se creó en 2009 y que recientemente se ha visto hermoseado con dos hamacas-esculturas y un cartel de presentación obra de Sara Castellanos .

Seis de los doce nuevos ejemplares han sido donados por la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica para reemplazar a los que se secaron el pasado verano por los rigores del calor. Se trata de dos quercus petraea (roble del invierno), dos taxus baccata (tejo común) y dos sequoias sempervirens. A ellos se suman seis cupressus sempervirens (ciprés común) donados por ciudadanos y colectivos amantes de la danza y que flanquean el camino de acceso al bosque. Estos cipreses llevan los nombres de los bailarines Félix Fernández García 'El loco', Mary Wigman, Carla Fracci, Alberto Lorca y Emilia Baylo, así como de la asociación Valencia Dancing Forward.

En el caso de Emilia Baylo, bailarina y profesora de danza de Zaragoza, han sido sus alumnas las que han querido recordarla, tras su fallecimiento el pasado año, con un ciprés. Su marido, Jose Luis Cano, ha asistido esta mañana a su plantación, donde ha pronunciado unas emocionadas palabras. «Maestra de danza, maestra de vida» es la frase que rubrica su árbol.

Durante el acto, los alumnos de 7 Infantes se han turnado para leer el Mensaje del Día Internacional de la Danza 2023, en esta ocasión encargado a la bailarina y coreógrafa china Yang Lipinghan. Tras ellos ha tomado la palabra el alcalde para subrayar la conexión entre danza y naturaleza en el Bosque de la Danza, así como la fortuna de contar con un joven logroñés como Millán de Benito, «que en los próximos años va a ser una referencia de la danza y abrirá camino a nuevas vocaciones».

Perfecto Uriel, por su parte, avanzó un proyecto inmediato para el Bosque de la Danza que consistirá en crear códigos QR para cada uno de sus árboles, a través de los cuales conocer y poder ver bailar a los respectivos bailarines que les dan nombre.