Helena Ezquerro Ortega | Actriz
«El arte también está para entretener, no tienes por qué identificarte con todo»
Secciones
Servicios
Destacamos
Helena Ezquerro Ortega | Actriz
«El arte también está para entretener, no tienes por qué identificarte con todo»El Teatro Bretón de Logroño acoge hoy a las 20.00 horas la obra 'Camino largo de vuelta a casa', de Íñigo Guardamino, interpretada por ... Belén Ponce de León, Amparo Pamplona, José Emilio Vera y la riojana Helena Ezquerro. Popularizada en la serie de TVE 'La Moderna', Helena Ezquerro Ortega (Logroño, 1997) se formó como actriz en las escuelas Dinámica Teatral de Logroño y el Centro del Actor de Lorena García en Madrid, se graduó en Lenguas Modernas y sus Literaturas en la Universidad Complutense de Madrid y ha trabajado en series como 'La que se avecina' y 'La reina del pueblo', el videoclip 'Vértigo' de Dani Fernández y las películas 'Las chicas están bien' de Itsaso Arana y 'El favor' de Juana Macías. 'Camino largo de vuelta a casa', coproducción de Teatro Español y Flexión, es su regreso profesional al teatro.
– A muy temprana edad ya ha trabajado profesionalmente en cine, teatro y televisión. ¿Cómo lo valora esta trayectoria?
– Parece increíble... Si lo miras con distancia, sí, he hecho cine, teatro y televisión, los tres pilares. Uno de mis sueños era actuar en el Teatro Bretón. Hace unos años participé en el documental 'Mujeres en La 2' y dije eso, así que creo que así se va a cerrar un ciclo. Tengo la sensación de que los sueños se cumplen, así que estoy muy emocionada y agradecida. Espero que no sea la única vez que actúo en el Bretón, aunque lo viviré como si fuera a ser la última. Estoy feliz y asombrada. Pero también hay mucho trabajo detrás y creo que hay una pequeña Helena que se lo merece.
– ¿Es el sino de los tiempos que corren que un intérprete tenga que compaginar varios géneros?
– Para mí siempre ha sido fundamental tocar las tres partes de la interpretación, poder saborear las tres enseña mucho y es supergratificante. Una no tiene que ver con las otras y se aprende muchísimo. Ojalá todos los actores y actrices pudiéramos hacer esto.
– ¿Es su regreso al teatro después de sus inicios?
– Había hecho algún laboratorio teatral y actuado en algún pequeño teatro de Madrid. También hice pequeñas muestras y funciones en mi escuela. El teatro siempre ha sido mi base. Pero es verdad que con 'Camino largo de vuelta a casa' se ha profesionalizado mi situación con el teatro desde que comencé el año pasado en el Teatro Español, compaginándolo con 'La Moderna'. Fueron meses muy locos pero también muy bonitos. Como han pasado varios meses ya, y ya no estoy rodando 'La Moderna', tengo la sensación de que voy a poder disfrutar más de esta obra, de poder arriesgar, porque antes estaba muy cansada.
– ¿Cómo se compagina tener dos personajes activos como fueron en aquella época el de 'La Moderna' y el de 'Camino largo de vuelta a casa'?
– ¡Con muy buena actitud! [Ríe] Levantándote por la mañana y recordando que esto es lo que quieres hacer, aunque a veces se hace muy duro. Yo me levantaba a las 6.00 para poder rodar todas mis secuencias por la mañana, volvía a casa a comer y me iba al teatro. Fue agotador pero también gratificante porque vivía de lo que me gusta, mi profesión, y esto es muy importante porque hay tanta gente que no tiene la oportunidad de vivir lo que yo he vivido... Pero es verdad que yo era más horas al día Matilde o Luisa, mis personajes, que Helena, que cuando lo era estaba durmiendo. Fue un poco locura pero lo saqué adelante, sobreviví, así que genial.
– Hablando de la obra: interpreta el papel de Luisa, una veinteañera en crisis. ¿Cuánto hay de ese personaje en usted, tan aparentemente lejano ahora en cuanto a la situación personal?
– Hay cosas de Luisa que, claramente, están en mí. Yo tengo 27 años y, aunque no estoy en crisis laboral, siempre puede ocurrir. O una crisis emocional. Cuando estás a punto de cumplir 30 te planteas qué cosas has hecho, qué te queda por vivir... Es verdad que Luisa es más punky, más macarra, y en eso no se parece a mí, pero se ve obligada a volver a casa y eso te convierte, tengas la edad que tengas, en un adolescente. A lo mejor estás enfadada con la vida pero lo pagas con tu madre que te quedes sin trabajo, que lo hayas dejado con tu pareja... Luisa tiene la sensación de que volver a casa es un fracaso pero el reencuentro familiar con su madre y su abuela es muy bonito. Es una comedia en la que la gente se va a reír pero toca temas muy profundos de la vida y luego piensas de qué te estás riendo...
– Parece una obra generacional para tres generaciones distintas (abuelas, madres e hijas), ¿no?
– Exactamente. El dramaturgo hace un trabajo excepcional de texto. Todo el mundo se va a ver reflejado en los problemas que aparecen: las madres con los problemas de madres de 50 años, las abuelas de 70 y pico... Todo el mundo va a poder identificarse con alguno de los personajes.
– ¿Perciben eso del público, que asisten a su propia vida?
– Eso es. Y pienso que es guay. Claramente, el arte también está para entretener y no tienes por qué identificarte con todo pero esta obra es muy honesta con la vida, muy audaz, hace reflexionar sobre en qué punto estás de la vida, la relación que tienes con tu madre o tu hija... Sobre todo las mujeres que vayan a ver la obra se van a sentir identificadas.
– También parece un homenaje a la mujer, ¿lo es?
– Sí. No es casualidad que las protagonistas sean tres mujeres. Íñigo Guardamino siempre escribe desde una perspectiva muy feminista, homenajeando a las mujeres, que entiendo que son las que le rodean en su vida. Para mí es un honor interpretar a Luisa y trabajar con Amparo Pamplona y Belén Ponce de León, mi abuela y mi madre en la obra. También actúa José Emilio Vera, el único hombre, y, aunque no puedo contar mucho, no es casualidad la manera en que aparece. Todo en la obra, cómo están formados los personajes y cómo se relacionan, tiene un sentido.
– ¿Y cómo llegó usted a este papel? ¿Continúa pasando por castings?
– Todos los actores y actrices en España tienen que pasar por pruebas, a no ser que tengan una carrera más formada y les llamen directamente. En mi caso, yo claramente tengo que hacer pruebas para ver si el personaje me va, si doy el perfil... Para este papel hice pruebas, gusté mucho y me cogieron. Tengo la sensación de que acceder al teatro es más difícil porque son producciones en las que, a veces, se prefiere trabajar con gente con la que ya se ha trabajado antes, pero una vez que entres es más fácil que en el ámbito te conozcan. Lo lógico es hacer una prueba, a no ser que seas Penélope Cruz. Es el orden normal de las cosas. Hay veces en que tú das el perfil pero aparece otro actor o actriz que tiene esa energía o físico concreto que necesita el director, así que es necesaria la prueba para ver si encajas o no.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.