Las filtraciones de Vallejo ven la luz
Fondos para la caridad desviados y reformas de la residencia de Bertone, entre las informaciones secretas del cura riojano
AGENCIAS
Jueves, 5 de noviembre 2015, 01:14
Conversaciones privadas del Papa Francisco, informes sobre la economía y activos inmobiliarios del Estado Vaticano y presuntos casos de desvío de fondos destinados a la caridad constituyen principalmente la información sustraída de la Santa Sede por el sacerdote riojano Luis Ángel Vallejo Balda, y filtrada a los medios, entre ellos a los dos periodistas italianos que publican hoy sendos libros: 'Avarizzia' de Emiliano Fittipaldi y 'Via Crucis' de Gianluigi Nuzzi.
Según parte de la información de ambos volúmenes que han adelantado los periódicos italianos, entre el contenido de ambos libros figuran informes económicos de las empresas que han auditado las cuentas de las instituciones papales como parte del proceso de saneamiento de sus cuentas que está llevando a cabo la Iglesia y valoraciones de los activos inmobiliarios de 26 instituciones dependientes de la Santa Sede, cuyo valor se calcula en torno a los 4.000 millones de euros, según un documento dirigido al director de la Secretaría para la Economía del Estado Pontificio, George Pell.
«Sobre la base de las informaciones puestas a disposición de la COSEA (la comisión que coordina la organización de la estructura económico-administrativa del Vaticano), hay 26 instituciones relacionadas con la Santa Sede que poseen bienes inmobiliarios por un valor contable total de 1.000 millones de euros a fecha del 31 de diciembre del 2012 -adelanta el diario 'La Reppublica' citando dicho informe-. Una valoración de mercado indicativa demuestra una estimación total del valor de los bienes cuatro veces superior respecto al valor contable, es decir, 4.000 millones de euros».
Los documentos filtrados hacen referencia también a supuestas desviaciones u ocultación de fondos de instituciones como el Óbolo de San Pedro, la Fundación del Hospital Niño Jesús de Roma u otras instituciones dedicadas teóricamente a la caridad para otras finalidades, entre las que destacan gastos «corrientes y extraordinarios» de los dicasterios vaticanos (el equivalente a los ministerios de otros Estados) y de otras instituciones.
De hecho, las donaciones de los fieles católicos a la Santa Sede para el Óbolo de San Pedro, definidas como «ayudas económica que los fieles ofrecen al Santo Padre como signo de adhesión a la solicitud del sucesor de Pedro para las muchas necesidades de la Iglesia Universal y para las obras de caridad en favor de los más necesitados» van a parar, siempre según el libro de Fittipaldi, a un fondo que no aparece en el balance de la Santa Sede y que en el 2013 alcanzaba los 378 millones de euros.
El palacio de Bertone
Uno de los casos que recogen las filtraciones del sacerdote español es el de la reforma de la residencia del cardenal Tarsicio Bertone, el Palazzo San Carlo, cuyo coste fue de 200.000 euros y que fue cargado a cuenta de la Fundación del Hospital Niño Jesús.
En este sentido, quien hasta este año presidía el consejo directivo de la fundación, Giuseppe Profiti, justifica el gasto al asegurar que «la casa del cardenal se utilizaría más adelante con fines institucionales»: «Es verdad: con nuestro dinero se ha reestructurado una parte de la casa de Bertone, pidiendo a cambio que podamos disponer del apartamento», asegura.
Por otra parte, el libro de Fittipaldi señala los datos de un estudio de Ernst & Young que cifra los ingresos del Estado Vaticano por la venta (a través de los comercios situados en el Estado Pontificio) de gasolina, cigarrillos y ropa a coste rebajado respecto al nivel de precios de Italia en 60 millones de euros y cifra en 5.000 el número de clientes de estos comercios, entre residentes del Vaticano, organismos dependientes de la Santa Sede aunque sitos en Roma y otras personas autorizadas a abastecerse en territorio pontificio.
Además de todo ello, el diario italiano 'La Stampa' suma un documento revelado por Reuters en el que se indica que APSA ha sido utilizada para «limpiar dinero de oscura procedencia» del Banco Finnat Euramerica de Giampietro Nattino. «Dos millones de euros habrían sido trasladados a Suiza pocos días antes de que el Vaticano impusiese una nueva normativa contra para luchar contra el blanqueo y para someter las transferencias de dinero a un control minucioso», señala el periódico.
En definitiva, el periodista Emiliano Fittipaldi asegura que su libro pretende contrarrestar la «propaganda vaticana» y denunciar que «la Iglesia se está resistiendo a la obra reformadora de Francisco».