CaMinus. ¿Se puede cruzar los Monegros en silla de ruedas?

Decenas de amigos se reunieron el sábado en el camping de Castañares de Rioja para presenciar la salida de los tres integrantes de 'CaMinus' rumbo a su nueva aventura. En esta ocasión, la asociación ha decidido atravesar el desierto de los Monegros aragoneses, para lo que invertirán diez días con una temperatura que podría superar los 48 grados.

«Esperábamos que alguien nos dijese adiós. Aquí tenemos mucha gente querida, familiares y amigos. Pero no me esperaba en absoluto la pedazo de despedida que han organizado», expresaba, aún emocionado Rubén Zulueta.

«Si ya llevábamos la energía hasta arriba, ahora la llevamos al 150%, vamos con muchísima ilusión a afrontar este reto, pero estamos convencidos de que lo vamos a lograr. Intentaremos que las enfermedades minoritarias salgan a relucir. Somos los grandes olvidados y necesitamos que esto se conozca», añadió.

Rubén Zulueta y José Ignacio Fernández, con una enfermedad minoritaria (distrofia muscular), emprendieron el sábado su nueva aventura con el tercer miembro del grupo, Antonio González, que se ocupa de proporcionarles la asistencia necesaria.

Los tres forman la asociación 'CaMinus', que realiza proyectos de rutas en silla de ruedas «que, generalmente son impensables para una persona en silla en un momento de su vida, pero para ello nos dedicamos un año entero a preparar el proyecto».

Colaboran con la Asociación de Enfermedades Minoritarias, en este caso a través de la Fundación Isabel Gemio, «y para nosotros es un orgullo poder colaborar, aportar nuestro pequeño grano de arena», explicaba Fernández. Y es que ha costado un año entero desarrollar el proyecto del reto de atravesar el desierto de los Monegros. «Somos una asociación pequeña a la que nos ha costado preparar el proyecto, pero poder colaborar con la investigación, además de un orgullo para nosotros, espero que sirva de inspiración para gente que pueda y quiera colaborar o hacer cosas similares, porque la investigación lo necesita».

El año pasado estrenaron el firme compromiso de facilitar el acceso de todos a todo realizando en veinte días el Camino de Santiago francés en silla de ruedas eléctrica, finalizando un total de 790 kilómetros. «Siendo las primeras personas del mundo en recorrerlo de forma totalmente autónoma», recordaban.

El objetivo principal fue conseguir que las personas en silla de ruedas realicen el Camino de Santiago sin barreras, por lo que comunicaron a los municipios que atravesaron los puntos negros o las dificultades que fueron localizando a su paso.

«Creemos que es posible, señalizando y habilitando una ruta alternativa paralela, salvar los tramos que por su orografía no son adaptables –señalaron–. Por este motivo, creamos una guía sencilla donde marcamos el Camino para aquellos que vengan detrás».

La guía se puede descargar en formato aplicación desde el móvil, para que cualquiera pueda hacer uso de ella de forma gratuita, «y seguir el itinerario que nosotros hemos seguido, evidentemente, dándonos la vuelta por aquellos lugares por los que no se podía transitar y buscando la solución al problema».