Calahorra
Un derribo de alto riesgo pero bajo controlArranca la demolición de las naves de Envases Moreno para el centro de FP, que debe preservar la fachada de la fábrica Sabas y desmontar 11.000 metros cuadrados de uralita
Las obras de demolición de las naves industriales ubicadas en los solares de la antigua fábrica Envases Moreno, donde se construirá el centro de formación ... profesional integrada 'Valle del Cidacos', deben ejecutarse con especial cuidado por dos cuestiones. En primer lugar, porque de los derribos han quedado exentas la fachada protegida en el Plan General de Calahorra de la desaparecida fábrica de conservas Sabas (1918), así como su chimenea de ladrillo. Y en segundo lugar, porque las cubiertas de varias de las naves están construidas con fibrocemento (uralita). Un material que puede volverse peligroso para la salud en caso de fraccionamiento o cualquier causa que haga que se pueda inhalar el polvo del amianto que se encuentra en este compuesto.
Los trabajos de derribo, que comenzaron el pasado martes, de momento no se han centrado en las cubiertas de uralita, cuya superficie alcanza un total de 11.000 metros cuadrados de los más de 25.000 que se tiene previsto demoler. «Toda esa zona está precintada. Ahora se está tramitando el permiso para trabajar allí y el Gobierno de La Rioja tiene que dar un plazo de 45 días», explican a Diario LA RIOJA desde la UTE Administración Organización y Control de Proyectos y Orizon Constructora y Medio Ambiente, adjudicataria de las obras.
Los primeros trabajos se aprecian estos días en las naves traseras de la zona de actuación, que «son de estructura metálica», precisan. Después, «cuando se desmonte el fibrocemento demoleremos el resto las naves», añaden.
Las obras tienen un coste de algo más de un millón de euros y deberán desarrollarse en cinco meses y medio
Los paños de la fachada de la fábrica Sabas se van a reparar por dentro para que la estructura quede bien sujeta
¿Y a dónde irá parar la uralita retirada? Según se señala desde la firma adjudicataria de los derribos, este material debe trasladarse a «un vertedero homologado para ello». «En La Rioja no hay, por lo que debe llevarse precintado a los que existen en Zaragoza o Bilbao», aclara la empresa.
Por otro lado, para la conservación de la fachada principal de la fábrica Sabas, que quedará integrada en el futuro edificio destinado a la formación profesional, se han tomado ya medidas de protección al haberse apuntalado el inmueble. «Se va a dejar todo el primer paño y se van a reparar todos los paños por dentro, de tal manera que la estructura se quede bien sujeta», indican desde Administración Organización y Control de Proyectos y Orizon, que realiza las obras con un coste de 1.085.881 euros. También «se realiza una protección en la balconada para dejarla apeada y se lleva un control arqueológico por si cuando se levanten las cimentaciones aparecen restos», añade.
La fachada de esta antigua conservera, diseñada por el arquitecto logroñés Fermín Álamo, muestra el eclecticismo del siglo XX, que combina elementos historicistas y modernistas. El edificio está situado en la calle Doctor Chavarría y consta de tres cuerpos simétricos, de dos plantas cada uno, en los que se combinan ladrillo con revocos y azulejos vidriados.
Las obras que acaban de iniciarse deberán ejecutarse en un plazo de cinco meses y medio. Mientras tanto, el Gobierno de La Rioja se encarga del proyecto de construcción de nuevo centro educativo, cuyo diseño se encargó, mediante concurso, al estudio de arquitectura Magén, de Zaragoza.
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