Pequeños aprendices de granjeros
Granjas escuelas y centros de educación ambiental abren sus puertas para dar a conocer cómo es la vida en el campo y qué cuidados que precisan los animales con el fin de que las nuevas generaciones no pierdan el contacto con la naturaleza
El desapego notorio con el medio rural busca ser contrarrestado por iniciativas que a lo largo de toda la geografía riojana han ido surgiendo para ... devolver a la ciudadanía el conocimiento hacia un modo de vida no tan antiguo y que intentan que siga existiendo en una comunidad eminentemente agrícola. Se persigue que las nuevas generaciones no pierdan el contacto con la naturaleza y que los más pequeños sepan de dónde proceden muchos de los alimentos que consumen, además de que conozcan cómo viven, qué comen y qué cuidados necesitan los animales que aportan, precisamente, esos alimentos.
Una de esas iniciativas es la Granja Escuela El Carrascal que el día 9 de diciembre de 2018 abrió en Entrena, cuatro años después de que María Palacios, enfermera, y Jesús Ángel Martínez, ingeniero técnico agrícola y ganadero, firmaran las escrituras de compra de las dos parcelas que constituían el germen de la granja. «Los dos coincidimos en nuestra pasión por los animales. Y creamos esta forma de vida, porque es lo que es. Nosotros cuidamos de nuestros animales y lo que queremos es, junto con ellos, explicar a la gente cuáles son sus necesidades básicas, cómo se relacionan, qué comen, cómo se reproducen», explica María.
Y ese proyecto de emprendimiento rural se transformó en toda una declaración de intenciones. «Intentamos concienciar de que somos responsables de todo el proceso, de los cuidados que precisan en cada momento».
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La iniciativa se destina tanto a familias como a grupos de escolares, visitantes que por un día se convierten en pequeños granjeros cumpliendo las tareas propias de una granja. «Nosotros también transmitimos que no siempre es posible acometer ciertas labores, como ordeñar una cabra, una oveja o una vaca, porque si no están con crías realmente no podemos hacerlo».
En la Granja Escuela El Carrascal cuentan con visitas en fin de semana, donde «intentamos hacer una aproximación en una hora y media de cómo es la vida en una granja, de los cuidados que tienen que tener los animales, qué tipos de animales tenemos, etc.». Abren también las puertas a visitas de centros escolares e, incluso, han desarrollado una iniciativa para llevar la granja a los colegios y otros municipios, 'La granja en ruta'.
A casi 50 kilómetros, en San Torcuato, se encuentra la Granja Escuela El Encinar. Como la anterior, ofrece visitas guiadas, visitas escolares, talleres y campamentos de verano que buscan acercar el mundo natural a los más pequeños, haciéndoles partícipes del trabajo directo con animales y en la huerta.
En sus instalaciones, en funcionamiento desde 2010, se van descubriendo los distintos animales que están ahí presentes –cabras, ovejas, gallinas, caballos, cerdos, etc.– y en función de la época del año es posible realizar alguna de las tareas propias en una granja, como ordeñar a las cabras o esquilar.
Su impulsora, Silvia Muñoz –premio a la Mujer Emprendedora en los Premios del Campo de 2023 y propietaria, además, de la ganadería de ovino y caprino en San Torcuato–, es una de las encargadas de conducir las visitas en donde se hace hincapié en los cuidados que precisan.
Apenas a diez kilómetros de la Granja Escuela El Encinar se encuentra Rioja Natura, en plena Sierra de la Demanda, un centro de educación ambiental inaugurado oficialmente en 2013 y cuyos propietarios, Antonio Martínez y Margarita Marcos 'Marita', son los encargados de recuperar y cuidar los animales que llegan a sus instalaciones. Porque a Rioja Natura llegan, en gran medida, animales recuperados de accidentes en la naturaleza y que no se pueden devolver al campo.
En el centro, que abre sus puertas también a excursiones escolares, cuentan con burros, cabras, ocas, ciervos, cerdos, patos, ocas, gallinas, además de aves rapaces. El objetivo de sus visitas es dar a conocer la vida de cada uno de los animales del centro, cómo llegaron a él y los cuidados que necesitan. Por ello, la parte más interactiva –además de las exhibiciones– es cuando las familias dan de comer a los animales.
Formación acreditada para adultos
La Granja Escuela El Carrascal funciona, asimismo, como centro de formación acreditado por el SEPE, con cursos relacionados con el herraje –«el herrador es una figura que va a desaparecer», lamenta María Palacios– y con la doma, el cuidado y manejo de caballos. Asimismo, realizan formaciones muy orientadas a «todo lo que tenga que ver con la naturaleza, como cursos de jardines hidropónicos, de agricultura ecológica, educación ambiental y gestión de espacios naturales. Iremos aumentando estas formaciones, porque vemos que existe mucha demanda».
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