«Muchos están en hueseras, algunos en ribazos, huertas o incluso bajo alguna rotonda
El miembro de La Barranca opina sobre las oportunidades a la hora de encontrar los cuerpos de los fusilados
PILAR HIDALGO
Jueves, 12 de abril 2012, 01:33
Tras la de Montenegro, las exhumaciones para hallar restos de riojanos fusilados después del golpe de Estado franquista de 1936 podrían sufrir un largo paréntesis. «Ahora mismo no hay objetivos concretos que desenterrar», señala el investigador y miembro de La Barranca, Jesús Vicente Aguirre.
Los desenterramientos comenzaron en la región en 1978. Hasta 1980 se abrió una cantidad importante de fosas comunes a instancia de los familiares, en especial en La Rioja Baja. Luego, la búsqueda de los cadáveres quedó paralizada y rebrotó en el 2000, auspiciada por la Asociación nacional para la Recuperación de la Memoria Histórica.
En los últimos años, se han llevado a cabo cuatro exhumaciones para localizar restos de riojanos ajusticiados: en Viguera, en Altable (Burgos) para recuperar a vecinos de Sajazarra, en Fuenmayor para buscar víctimas de Casalarreina, y en Montenegro.
Aguirre estima que en La Rioja quedan «entre 400 y 600» cuerpos aún por desenterrar e identificar. Pero quizá nunca vean la luz. «Muchos están en hueseras, algunos en ribazos, huertas o incluso bajo alguna rotonda. En bastantes casos no se sabe el lugar exacto donde yacen, y así resulta muy difícil intervenir». Y es que, para acometer la exhumación, hace falta «empeño familiar, constancia del sitio y posibilidad de poder hacerla», suscribe. El Ministerio de Presidencia subvencionó en el 2011 la actuación en Montenegro con 26.300 euros.