«Una moto con fallos es un riesgo para el dueño y para todos los demás»

Pese a admitir que hay muchos dueños de motocicletas y ciclomotores que eluden la ITV, el director general de Innovación, Industria y Comercio, Julio Herreros, prefiere ser optimista al constatar que «la sensación es que hay cada vez más concienciación y eso se ve en las cifras. De hecho a 31 de octubre hemos superado ya el número de este tipo de vehículos que se sometieron a revisión en todo el pasado año».

Al margen de los problemas por el ruido, Herreros alerta de que las mayores complicaciones proceden de las modificaciones no autorizadas, sobre todo la velocidad en el caso de los ciclomotores, porque son vehículos cuyos mecanismos de seguridad están diseñados para la velocidad máxima autorizada. «Llevar un vehículo en malas condiciones es un riesgo para uno mismo, pero también para el resto de la ciudadanía. Y si hablamos de motos, aún más. En estos vehículos el piloto se convierte casi en el chasis del mismo, con lo que si su moto no está en condiciones se juega su propia vida, pero también las de los demás. Y todo por no pagar una tasa de poco más de 20 euros», se lamenta el director general de Industria.

«Nosotros estamos trabajando para reforzar el sistema y dar más facilidades aún a los usuarios, con lo que a partir de ahí ya no habrá excusas para no ir a la ITV. Pero claro, será cada ciudadano el que tendrá que aplicar su responsabilidad», asevera Julio Herreros, quien anuncia que «vamos a insistir en informar sobre el plan de seguridad y, además, en este caso concreto estamos preparando las instalaciones fijas y elaborando el calendario de disponibilidad de las unidades móviles de las ITV para, lo mismo que se hace con los vehículos especiales y los agrícolas, la inspección de las motocicletas y los ciclomotores que no puedan o quieren acudir a las ITV fijas».