Ciclomotores a 100 kilómetros por hora tras retirar la arandela

Una arandela es la principal causante, junto al ruido del tubo de escape, de que cientos de ciclomotores de La Rioja no vayan a pisar en su vida alguna de las instalaciones de la ITV de la región.

Obligados a un examen bianual a partir de los tres años de antigüedad, se sospecha que la inmensa mayoría no superaría en ningún caso la prueba del límite de velocidad máxima permitido en la Inspección Técnica de Vehículos, 62 kilómetros.

Aunque los ciclomotores salen de fábrica con una arandela que limita el ángulo de apertura del variador, lo que limita la velocidad del vehículo al máximo marcado por la ley, 45 kilómetros por hora, lo habitual es que los dueños, en especial los más jóvenes, encarguen la retirada de esa pieza que ejerce de tope. El sencillo trucaje, que en cualquier taller se hace por apenas 30 euros, permite duplicar la velocidad máxima y que el ciclomotor supere sin problemas los 90 kilómetros por hora y, a menudo, los 100. Para superar la ITV sería necesario volver a instalar la arandela en su lugar.