Borrar
Thiago Silva, en un lance del duelo ante Paraguay.
El virus de los fracasos
copa américa

El virus de los fracasos

Brasil choca contra la misma piedra guaraní y acumula decepciones de campeonato

Ignacio Tylko

Domingo, 28 de junio 2015, 17:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Humillada en su Mundial ante Alemania, que le infligió una derrota jamás vista con el 1-7 del estadio Mineirao de Belo Horizonte, Brasil no levanta cabeza. La canarinha despierta tantas pasiones como fracasos genera. Dunga lo fue todo como abnegado centrocampista, pero dirigiendo desde el banquillo no da con la tecla desde que ganó la Copa América de 2007 y la Confederaciones dos años después. Fue destituido tras el Mundial de Sudáfrica, donde los grandes favoritos cayeron en cuartos de final de Port Elizabeth ante la ruda Holanda de Bert Van Marwijk, y de nuevo es foco de las críticas tras la eliminación de la verdeamarilla frente a la orgullosa pero limitada Paraguay en los malditos cuartos de la Copa América de Chile.

La historia reeditó la película de hace cuatro años en Argentina, donde los brasileños también hincaron la rodilla en esta misma ronda frente a los guaraníes. Y también por penaltis. Entonces fue todavía más tragicómico, ya que a la tanda se llegó tras un empate a nada, y en la lotería fallaron los cuatro brasieños que lanzaron.

Los disparos de Elano, André Santos y Fred no encontraron puerta, y a Thiago Silva le adivinó la intención Justo Villar, el héroe del combinado que dirigía con acierto el Tata Martino. Aquella selección brasileña la dirigía Mano Menezes, a quien luego reemplazaría Luiz Felipe Scolari para hacer el ridículo en las semifinales del Mundial de 2014.

En el último duelo, los paraguayos revivieron la fiesta desde los 11 metros, aunque en esta ocasión se impusieron por 4-3. Por los guaraníes sólo falló Roque Santa Cruz, con un tiro desviado, y anotaron Osvaldo Martínez, Víctor Caceres, Raúl Bobadilla y Derlis González. Brasil, una vez más, mostró una desastrosa tanda, en la que se mostraron erráticos Everton Ribeiro y Douglas Costa.

«Jugamos al patadón»

El central Thiago Silva, considerado uno de los mejores del mundo, volvió a cometer una acción pueril y decisiva. Una mano absurda permitió la resurrección del modesto, que igualaba el tanto inicial de Robinho y se conjuraba para llegar hasta el final con esas tablas. Tras la derrota, el zaguero lamentó que su combinado hubiera optado por el «patadón» frente a Paraguay, lo que supone una crítica sin ambages a Dunga, y aseguró que no recordaba bien lo que ocurrió en la jugada clave.

Paraguay «estaba jugando balones hacia arriba. Nosotros no lográbamos salir jugando. Dábamos un patadón y el balón regresaba», lamentó Silva. ¿El penalti? «Tengo que verlo mejor, porque, a diferencia del que provoqué ante el Chelsea, en octavos de final de la Liga de Campeones, no me acuerdo de que el balón me golpease», puntualizó. Con el PSG, sin embargo, marcaría en el último instante un gol de cabeza que dio la clasificación a los galos, derrotados luego por el Barcelona.

Consumada la eliminación, Dunga anunció que un virus afectó a 15 jugadores de su selección y limitó los entrenamientos previos. «No es excusa ni atenuante, pero 15 jugadores tuvieron una virosis y limitamos muchos las prácticas. Era un partido para tener velocidad y no la tuvimos», dijo el seleccionador en la rueda de prensa. «Mucho dolor de cabeza, dolor de espalda, malestar en el cuerpo... Unos padecieron más que otros y tuvimos que reducir los esfuerzos porque algunos vomitaron», dijo, sin explicar las causas de la enfermedad. El anuncio era nuevo pues Dunga, en la conferencia previa al partido, había dicho que los cinco días que tuvieron libres sirvieron para recuperar físicamente al equipo, pero nunca habló de un virus.

Entre los titulares, algunos confirmaron la enfermedad y otros no, pero todos coincidieron en que no es justificación. «Me dio ese virus; todo el mundo se despertó con fiebre. Del día a la noche, afectó a varios jugadores. No podemos poner eso como disculpa, pero creo que eso nos afectó mucho», dijo el portero Jefferson, que poco pudo hacer en el penalti del empate y los de la tanda.

El lateral Filipe Luis, sin embargo, dijo que no se contagió. «No supe de nada de eso; puede ser que a algunos jugadores les diera, pero no pasó conmigo», comentó en la zona mixta el del Chelsea. «No me gusta estar con excusas. El virus afectó pero podríamos haber ganado con él o no», lanzó por su parte Robinho, molesto porque fue sustituido y no pudo lanzar uno de los penaltis.

«Lección para Rusia 2018»

Además del fracaso que supone caer en cuartos, Dunga perdió en la fase de grupos a su principal jugador Neymar, sancionado con cuatro partidos de suspensión después de la gresca que protagonizó ante Colombia. Si no le echan antes, el técnico no contará con la estrella en los dos primeros partidos de la clasificatoria mundialista. Ya antes del torneo, el seleccionador había perdido a otros cinco jugadores por lesión.

«Históricamente la Copa América es muy complicada. Brasil ganó pocas veces, pero cuando se gana nadie habla, y cuando se pierde decimos que falta algo. Neymar es importante, como es importante el Barcelona, pero tenemos jugadores de calidad», insistió.

La amarelinha tiene ocho títulos continentales, el último conquistado en 2007 en la primera etapa de Dunga (2006-2010), mientras que el palmarés lo lidera Uruguay con 15 coronas y luego Argentina, con 14. «Tenemos que trabajar mucho para dar una respuesta a la hinchada, pero es inútil lamentarse y hay buscar mejorar», dijo el entrenador. La derrota «es una preparación para las eliminatorias al Mundial Rusia 2018 y tenemos que encararlo de esa forma», siguió.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios