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:: CHRISTIAN CHARISIUS
No se quede en el sillón
SALUD / EL ESPECIALISTA

No se quede en el sillón

Son numerosos los trabajos que demuestran que caminar ayuda a mantener una buena salud y a controlar los niveles de colesterol

MIGUEL AIZPÚN

Martes, 28 de febrero 2017, 00:50

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logroño. Todos los médicos y organizaciones sanitarias estamos de acuerdo en la importancia que para la salud tiene realizar ejercicio físico de forma moderada pero continua, con arreglo a la edad, el estado de salud y la preferencia personal por uno u otro deporte. La tan conocida frase de que el que mueve las piernas mueve el corazón es cierta. Con el ejercicio físico también se mueven los músculos, los pulmones, etc. Pero ¡ojo! No se quede usted el resto del día en el sillón. Hay que mantener el cuerpo en movimiento durante toda la jornada. Cuente usted las horas del día que pasamos sentados o en la cama: en el desayuno, en el trabajo, en la comida, en la siesta, en la televisión, leyendo, durmiendo, etc.

Todas estas horas de sillón, de sofá, de cama, de inactividad física causan riesgos para su salud. Es muy habitual, sobre todo en personas de cierta edad, que salgan todos los días a caminar, una buena opción de ejercicio físico a su edad, pero también es habitual que el resto del día, estas personas estén demasiadas horas en el sillón, leyendo o viendo la televisión o descansando.

Las personas jóvenes, cada vez más, hacen ejercicio físico de forma habitual, aunque es importante que el porcentaje de estos jóvenes vaya aumentando, porque aún es relativamente bajo. En las personas de más edad se ha ido consiguiendo que aumente el deseo de mantener unos hábitos de vida saludables y el ejercicio físico y una sana y equilibrada alimentación cada vez más están entrando a formar parte de su vida y es primordial que nuestro cerebro tome la firme decisión de que queremos llevar una forma de vida sana, no sólo el mes que dura la 'operación bikini'. Todo está en el cerebro.

Empezar por caminar

Es bueno empezar por caminar. Muchos nos dirán que eso no es deporte. Pues son muy numerosos los trabajos que demuestran que caminar ayuda a mantener una buena salud, controla los niveles de colesterol, etc., y consigue un gasto de aproximadamente 300 calorías a la hora. Si lleva tiempo sin hacer ejercicio físico, empiece con 'buen pie', poco a poco. Cada día camine un poco más, marcándose objetivos reales y que pueda conseguir para no frustrarse y dejarlo. Es bueno, al principio, quedarnos con la sensación de que podíamos haber hecho más. Ya lo haremos. No volvamos a casa, con la sensación de estar muy cansados y al día siguiente desearemos volver a caminar. Al principio salga a caminar tres días a la semana, luego ya irá aumentando a su ritmo, hasta caminar 4 o 5 horas a la semana. Cambie de itinerarios. Hágalo con algún amigo. Distráigase mientras camina. Vaya creando un hábito, una costumbre. Que le guste lo que hace. Que le distraiga.

Se considera el caminar como un buen ejercicio físico de intensidad media. Pero tampoco hace falta, según la edad, una actividad física intensa. Dejemos eso para los más jóvenes. Lo importante es que cada día seamos más las personas, jóvenes y menos jóvenes, que realicemos ejercicio físico, que disfrutemos practicando un deporte y que el resto del día nos movamos. Poco sillón, poco sedentarismo.

Práctica habitual

Una actividad física moderada parece ser mejor para el ser humano que una actividad muy intensa, según los resultados del Estudio del Millón de Mujeres del Reino Unido presentado el año pasado en la revista Circulation. Pero, para que esta actividad física tenga efectos positivos lo más importante es que sea habitual. Es decir, que esté integrada en el estilo de vida de cada persona, de modo que la practique con regularidad.

Poco sillón y una actividad física moderada y continua es buena para nuestra salud, para nuestro ánimo, para prevenir el sobrepeso, para controlar la tensión arterial, el colesterol, la glucosa, etc., y por el contrario según la revista The Lancet, la inactividad física causa el 6% de las muertes por cardiopatía coronaria, el 9% de la mortalidad prematura, el 7% de la diabetes tipo 2, el 10% de los cánceres de mama y el 10% de colon. A esto hay que sumar, según los expertos, que permanecer sentado largas horas influye en la obesidad, en el estado de ánimo, en la resistencia, en la pérdida de masa muscular y ósea y de flexibilidad.

A nivel intestinal, la inactividad física promueve la dificultad para evacuar y afecta al sueño, ya que, al permanecer sentadas mucho tiempo, las personas tienden a dormir durante el día. Así que parafraseando un famoso refrán: «Poco sillón, poca cama, poca mesa y mucha suela de zapato».

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