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E. SÁENZ
Lunes, 26 de octubre 2009, 13:51
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El chalé que la familia Mendiola construyó hace ahora 20 años en el entorno del parque de La Grajera y que durante las dos últimas décadas ha estado en el ojo del huracán por las disputas legales entre la propiedad y el Ayuntamiento de Logroño es ya escombro.
La demolición, acometida por la propia familia después de que el Gobierno local anunciara el derribo subsidiario amparándose en una sentencia del TSJR, pone el colofón a un litigio en el que las cuestiones jurídicas y urbanísticas se han jalonado en varias fases del proceso de rifirrafes políticos por la participación en la propiedad de una destacada figura del PP riojano como es la senadora Francisca Mendiola.
El caso del chalé de los Mendiola Olarte, titulares del edificio a través de la sociedad Inmenola que los agrupa, data de 1989. En aquel año se construyó un edificio de dos plantas sobre el solar donde se ubicaba una caseta de aperos en una zona de suelo urbanizable no delimitado y con una licencia de obra menor. Disconforme con este proceder, el Ayuntamiento de Logroño decidió entonces no legalizar las obras y trasladó el expediente a la Comisión de Urbanismo, que tampoco autorizó la legalización en 1992 y desestimó el recurso de los propietarios.
No terminó ahí el recorrido legal. Un año más tarde la Comisión de Gobierno del Consistorio logroñés acordó la demolición del polémico chalé emplazado en el kilómetro 5 de la carretera de Burgos. Los dueños contraatacaron nuevamente y recurrieron este acuerdo municipal. El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) no encontró argumentos suficientes y desestimó la pretensión de la familia en mayo de 1994.
A partir de entonces el debate queda estancado un largo periodo de tiempo. No es hasta el 2006 cuando el PSOE -entonces en la oposición- recuerda activamente que el edificio está levantado ilegalmente, por lo cual la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento acuerda de nuevo que se cumpla su derribo. Inmenola apeló nuevamente contra esta decisión municipal por entender que el expediente había caducado. No lo considera así el Juzgado de la Contencioso Administrativo Uno de Logroño, que desestimó la petición en abril de este año. Los propietarios volvieron a recurrir esta decisión esta vez ante el TSJR, que en julio volvió a negar sus argumentos y confirmó el derribo.
El último episodio ha quedado escrito con el anuncio del Ayuntamiento de demoler subsidiariamente el inmueble. No ha hecho falta llegar a ese extremo y la propia familia ha procedido a aplicar la piqueta.
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